El príncipe Carlos de Inglaterra, heredero desde hace 61 años del trono que ocupa la reina Isabel II, no tiene prisa para suceder a su madre, asegura la revista estadounidense Times citando a un estrecho colaborador del príncipe.

Según la fuente, Carlos, de 64 años, ve en el trono una carga y teme que muchas cosas de las que se ocupa actualmente no podría terminarlas antes de que se cierren las puertas de la cárcel.

Sin embargo, esta declaración fue desmentida hoy por un portavoz del príncipe. Este no es el punto de vista del príncipe de Gales y no se le debería atribuir a él porque no ha dicho estas palabras, afirmó el portavoz.

El príncipe ha apoyado lealmente a la reina durante toda su vida y siempre ha realizado paralelamente sus deberes oficiales y sus actividades benéficas, agregó el portavoz.

La autora de la semblanza de Carlos publicada por el Times, la periodista Catherine Mayer, quien entrevistó a más de 50 amigos y socios del príncipe, replicó que la cita fue sacada de contexto y que ella se refería a la falta de tiempo que le queda al príncipe.

De ninguna manera está diciendo que no quiera ser rey, y nadie en su entorno está diciendo esto, dijo la periodista a la emisora de radio BBC.

El príncipe Carlos muchas veces ha sido retratado en los medios como un hombre que se muere de ganas para suceder a su madre, de 87 años, quien últimamente ha ido traspasando más obligaciones suyas a su hijo mayor.

Sin embargo, después de entrevistarse con él, Mayer escribió que Carlos asumió el trabajo extra sin alegría y que lejos de querer subir al trono, ya está sintiendo su peso y le preocupa el impacto que tenga sobre el trabajo que viene haciendo desde hace tiempo.

Carlos, que cumplirá 65 años el próximo mes, se ha pronunciado sobre muchos temas durante su larga vida como príncipe heredero, especialmente sobre cuestiones relacionadas con el medio ambiente, el cambio climático y la arquitectura, y ha fundado más de 25 organizaciones benéficas.

A Carlos, el sucesor del trono que más tiempo ha estado esperando su ascenso en la historia de la monarquía británica, también se le conoce por su fuerte compromiso con causas sociales y políticas. Como rey, sin embargo, estaría obligado a mantener una estricta neutralidad.

En diciembre, el príncipe Carlos representará por primera vez a la reina durante la cumbre bienal de los jefes de gobierno de la Commonwealth en Sri Lanka.