Afganistán: Ataque del ejército pakistaní mata a 38 talibanes

El ejército de Pakitán bombardeó los refugios del grupo insurgente Tehrik-i-Taliban Pakistán (TTP), que se localiza en la frontera pakistaní-afgana, donde causó la muerte de al menos 38 personas, entre ellos a altos mandos terroristas, según el comunicado que emitieron.

Los ataques se produjeron en la mañana, en el Valle de Tirah, zona tribal de Khyber, cerca de la frontera con Afganistán. En dicha locación se ha logró destruir gran cantidad de armamento y varias fábricas en las que los insurgentes preparaban explosivos, informó el ejército.

El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, dio la orden de bombardear los escondites de la insurgencia, a pesar de que hace dos semanas el Gobierno había iniciado conversaciones de paz con los talibanes afganos TTP.

ATAQUE TERRORISTA
Previo al ataque del ejército pakistaní, los talibanos atacaron el campamento del ejército afgano, el cual dejó un total de 21 soldados muertos, tres heridos y seis desaparecidos.

Los talibanes afganos enviaron un correo electrónico a la prensa donde aseguraron ser responsables del incidente, mientras que responsables locales informaron que tres insurgentes murieron en el ataque.

El asalto del domingo fue el peor de su tipo desde septiembre, cuando insurgentes talibanes atacaron un convoy de fuerzas afganas en la provincia relativamente pacífica de Badakhshan, en el norte, causando la muerte de al menos 18 de ellos.

CONVERSACIONES INCONCLUSAS
El jueves, el Gobierno pakistaní suspendió las negociaciones con el grupo insurgente debido a que los últimos seguían en pie con el uso de acciones armadas.

También el domingo, en un posible fracaso de los esfuerzos estadounidenses por impulsar las conversaciones de paz y poner fin al largo conflicto afgano, un portavoz del grupo talibán anunció que habían suspendido sus esfuerzos por arreglar un posible intercambio de prisioneros talibanes y estadounidenses debido a la complejidad de la situación en Afganistán.

Se desconoce si Estados Unidos y otros países mantendrán una fuerza pequeña en Afganistán después de 2014 para apoyar a las fuerzas afganas en su lucha contra Al Qaeda, después de que el mandatario afgano, Hamid Karzai, se negara a firmar un pacto para autorizar la presencia de tropas a futuro en el país.