Es frustrante que la segunda vuelta electoral se haya convertido en un deplorable espacio de guerra sucia entre Peruanos por el Kambio y Fuerza Popular, los partidos que debieran ser la alternativa coherente para salir de la ineficiencia nacionalista que gobierna desde el 2011.

El quehacer poltico de la peor especie, plagado de vejmenes y defensa de intereses subalternos, impide la discusin racional de programas de gobierno. El debate tcnico realizado en el Cusco, por ejemplo, ha sido escenario para intercambios densos, en los cuales no primaron las propuestas especficas sobre seguridad, desarrollo econmico y social y visin de futuro, sino que se privilegi el agravio personal y el hgado.

En las redes sociales campea el uso de la chaveta, con la cual se desfigura impunemente la honra de las personas, se expone la seguridad de los candidatos y se atenta contra el derecho de los menores. Un caso repugnante es el uso de las imgenes de las hijas de Keiko Fujimori, a cargo de trolls evidentemente reclutados en algn albaal.

Frente a eso, el Ejecutivo que sigue metindose en la campaa a travs de Ollanta Humala y la inefable Nadine Heredia se dedica a investigar a los fujitrolls, ignorando que hay tambin ppkcausatrolls y que los esbirros de la DINI siguen atacando a los opositores del gobierno.

En ese contexto, la denuncia de Cuarto poder ha representado una escalada de la antipoltica al provenir de un canal que se supone tico. La forma y la oportunidad de presentar el caso claramente fue un direccionamiento contra Keiko, a quien sibilinamente se le vincula indirectamente con el lavado de activos, aun cuando formalmente luego se hagan todas las precisiones de que se public una supuesta investigacin solo contra el secretario general de Fuerza Popular, Joaqun Ramrez. Cosa que, inclusive, ha quedado en el limbo por la declaracin de la DEA.

No hay peor mentira que la emparedada entre dos verdades, porque si bien sobre Ramrez ya haba indagaciones de la procuradura local, es innegable que la denuncia periodstica fue inconsistente, no estaba madura y cualquier editor responsable saba que era un misil para demoler a la candidata y favorecer a Pedro Pablo Kuczynski. As, los ataques contra Sol Carreo y Augusto Thorndike son injustos, ellos solo son conductores de un programa cuya direccin le debe al pas una disculpa arrepentida.

Garca Mrquez deca que en periodismo no se permiten los trminos vagos o simples intentos. Hay que saber las palabras y los conceptos precisos. Eso deben entenderlo en Amrica Televisin y dejar de lado cualquier obsesin partidarizada. Salvo en los espacios de opinin, donde esta debe estar firmada y ser transparente, los medios deben informar sin manipular y no fungir de maquinarias de demolicin.

Y para lo que queda de campaa, que los candidatos recuerden la admonicin de Gonzlez Prada: Los polticos se defendern astuta y eficazmente, porque no usarn el ataque de los galos, que se desnudaban el pecho, sino la emboscada de los pabellones negros que abren su agujero en la tierra, se ocultan, y el instante menos pensado descargan el rifle a la espalda del enemigo.