Julio Guzmán subió al quinto lugar en las encuestas publicadas esta semana por CPI y Datum. (Foto: Dante Piaggio/El Comercio)
Julio Guzmán subió al quinto lugar en las encuestas publicadas esta semana por CPI y Datum. (Foto: Dante Piaggio/El Comercio)

Hace dos aos, un annimo economista rondaba cafs y oficinas universitarias compartiendo su sueo con sus interlocutores: ser el prximo outsider de la poltica peruana y ganar las elecciones del 2016. Haba elaborado artesanalmente un discurso poltico motivador: el pas no necesita incluir, sino integrar; no se trata de dos realidades polarizadas (lo que supone el primer trmino), sino de una comunin (que sugiere el segundo) basada en una esquiva identidad nacional.

Por entonces, este aspirante crea firmemente en un partido propio que se llamara Movimiento Integracin, ensayaba un smbolo el torito de Pucar y aguardaba el empujoncito que Gastn Acurio una suerte de garante meditico podra darle a su candidatura luego del lobby respectivo. Los peruanos esperan un nuevo candidato, joven, tcnico, que venga de abajo citaba referencias de encuestadores. Yo cumplo ese perfil, sustentaba.

Por entonces, el camino hacia Palacio se fundaba ms en una utopa que un plan de accin, sobre todo si se consideraba la carencia total de experiencia en poltica electoral de nuestro protagonista. Dos aos despus de aquel verano, en el que muchos lo creyeron ingenuo o loco, Julio Guzmn pasa por su mejor momento. Ha dejado atrs al pelotn de enanos y ha alcanzado una popularidad similar si consideramos el margen de error al de dos ex mandatarios.

Cmo surge este inesperado retador del establishment poltico a cuyos integrantes etiqueta de dinosaurios? Cun difcil es convertirse en el outsider del 2016? El breve camino poltico de Guzmn ha sido intenso, pero ni en las circunstancias ms difciles perdi la fe en s mismo. Ese es el primer ingrediente de la pocin mgica que, al menos por ahora, lo ha elevado a las portadas de la prensa.

Un cheque en blanco sin fondos En marzo del 2014, el dilema de Julio Guzmn pasaba por el partido propio (Movimiento Integracin) o el vientre de alquiler. En sus reuniones con politlogos y analistas se dice que tambin habra viajado a Harvard para sostener reuniones privadas con peruanistas de esa casa de estudios evaluaba los pros y contras de dicha decisin. Debido a la escasez de recursos econmicos, termin por descartar la primera opcin, as que empez a considerar aproximarse a organizaciones ya inscritas. Haba echado el ojo a Accin Popular y a Unin por el Per. Todos por el Per (TPP) ni siquiera estaba en su radar.

Varios le aconsejaron aproximarse a dicho partido tecnocrtico, una suerte de SODE posreforma de ajuste. TPP haba naufragado milagrosamente a las estrepitosas derrotas de las alianzas electorales en las que particip Unidad Nacional en el 2001, el Frente de Centro en el 2006 y con Solidaridad Nacional en el 2011 y se haban quedado con un activo incmodo una inscripcin partidaria vigente para los planes personales de sus integrantes decepcionados del trajn poltico, algunos de ellos asociados a la consultora Macroconsult.

Guzmn calzaba perfectamente con el perfil del militante promedio de TPP: economista interesado en asuntos pblicos, con el bichito de la poltica rondando. Aunque la relacin con los apoderados de TPP no era necesariamente entraable (apenas se conocan), el acuerdo fluy fcilmente. Julio Guzmn necesitaba un partido inscrito y en TPP predominaba el pesimismo sobre la continuidad del proyecto poltico. Era un equilibrio perfecto, un escenario win-win.

Julio, aqu te damos un cheque en blanco, pero recuerda que es un cheque sin fondos, le dijo uno de los histricos miembros de TPP a Guzmn cuando le cedieron la posesin del partido. Aunque al inicio Guzmn invoc a muchos de quienes haban pasado por el activismo de este partido, en el mejor de los casos consigui que algunos participaran como observadores o militantes de base. No hubo grandes continuidades y rpidamente el partido tom la arista personalista de un aspirante a outsider.

Aunque Julio Guzmn ha sealado que se siguieron procedimientos de democracia interna para la transferencia generacional de liderazgo, en la prctica le cay del cielo un partido en orden, con prestigio, honrado, sin anticuerpos y sin dueos caudillistas. La suerte del campen?

Believers Entre noviembre y diciembre del 2015, la candidatura de Guzmn pas por su peor momento. No tenemos plata, hermano, as es difcil que nos conozcan fuera de Facebook, confesaba uno de los encargados de la movilizacin juvenil en Lima. Muchos de los analistas, periodistas y tcnicos que animaron a Guzmn a la empresa ms difcil de su vida empezaban a tomar distancia. Los amigos aportantes la mayora a ttulo personal antes que empresarial cortaban el cao.

Para muchos resultaba vergonzoso ser identificados con un candidato que, a inicios de diciembre, figuraba con 0,4% (segn Datum). Solo quedaban aferrados a la esperanza el ncleo de confianza del candidato otros tecncratas cuarentones del Sanhattan limeo y la red de jvenes universitarios y profesionales que haba articulado en Lima y Arequipa, principalmente. Son unos believers, hermano, se- alaba un cercano a Guzmn al hablar de sus bases juveniles. Julio no sale de otros (en las encuestas), pero estos muchachos siguen ah.

Quiz sin saberlo, Julio Guzmn haba despertado mstica entre sus jvenes seguidores. Hay un elemento de identificacin sociolgica entre el candidato y sus believers. En diciembre, me invitaron a dar una charla sobre historia electoral a unos cuarenta jvenes morados. La gran mayora provena de distritos emergentes, con padres o abuelos migrantes, y estudiaban en universidades (pblicas y privadas) de prestigio consensuado.

No hay ninguno de la Vallejo, dijo entre bromas uno de los asistentes. Se reconocan en la historia de Guzmn, desde su origen popular (casa materna en San Martn de Porres) hasta la aspiracin del profesional competitivo (socio de Deloitte). Adems, creen en el mito de la educacin sin estafas. As se entiende mejor el posicionamiento del candidato presidencial en los temas referidos a la promocin del talento y a la reforma universitaria: Guzmn les hablaba a sus believers.

El entorno que dirige la campaa comparte esta fe ms reflexiva, menos sentimental en la candidatura de Guzmn. Se trata la gran mayora de tecncratas que bordean los 40 muchos economistas, con un pie en el mster en el extranjero y el otro en la consultora sanisidrina, quienes suman masa crtica al proyecto. El economista Edmundo Beteta se puso al hombro la elaboracin programtica desde el inicio. Hoy, l y Rudy Bezir son claves en lo referido al plan de gobierno. Carolina Lizrraga aporta su experiencia en lucha contra la corrupcin.

Los jales ms tos Francisco Sagasti y Daniel Mora abren nuevos espacios la cooperacin internacional y la tecnocracia educacional a los que no acceda con facilidad el candidato. Adems, se mantienen vnculos claves con redes profesionales peruanas en el extranjero. Aunque guarde reminiscencias con los PPKausas del 2011, TPP es ms modesto en trminos de recursos pero ms sofisticado en reflexin.

Los dinosaurios van a desaparecer Cuando Carlos Ivn Degregori escribi Qu difcil es ser Dios, buscaba entender el caudillismo mesinico que malficamente haba erigido Abimael Guzmn. Esa combinacin de religin, revolucin y muerte era un signo totalitario de la poltica del siglo XX. En el siglo XXI, otro Julio Guzmn intenta representar la utopa poltica peruana contempornea, aunque ms mundana, igual de efectiva en trminos de alcanzar el poder: la de convertirse en el outsider antiestablishment que desaparezca de una vez por todas a los dinosaurios polticos. Pero en la actualidad ms que conquistar la devocin de los peruanos, lo que se intenta es capitalizar el descontento.

Guzmn es el outsider de estas elecciones (su paso por la administracin pblica no le sum capital poltico). Pero no todos los outsiders son elegidos. Hasta antes de las encuestas de esta semana, Guzmn sufra para conseguir entrevistas en televisin y su equipo buscaba el endose de alguna figura meditica para acortar la brecha de desconocimiento pblico, que es su principal debilidad por ahora.

Su salto en las encuestas y el abrazo con Efran Aguilar lo ayudarn a que le abran ms puertas de financistas y de hogares en sectores populares. Pero tambin llegar el escrutinio de su vida familiar y profesional que lo pillar sin escuderos. Cun real es su conexin con la comunidad juda de la cual se especula a partir de su actual esposa estadounidense que pertenece a dicho grupo? En qu andan sus 11 hermanos? Recuerden que los outsiders pueden ser ms fciles de desaparecer que los dinosaurios.

MS SOBRE JULIO GUZMN