MILAGROS LEIVA GÁLVEZ

Citará a todos, ministros, generales, coroneles. Ningún implicado se salvará del interrogatorio que intentará desatar los nudos del Caso López Meneses. Eso promete el congresista Víctor Andrés García Belaunde. Aspira a entregar un informe contundente, pues solo la verdad podrá devolver el prestigio a la clase política. Aquí su verdad.

López Meneses es un operador muy cercano a personajes vinculados a las Fuerzas Armadas y policiales. ¿Cuán cercano lo ve al gobierno? Acaban de descubrirse los nexos con José Urquizo, congresista oficialista y ex ministro de Defensa. No quiero hacer especulaciones ni adelantarme a juicios. Sí vamos a pedir una declaración jurada a congresistas para que digan cuál es la vinculación que tienen con López Meneses.

¿A todos? Sin excepción alguna. Para saber quién conoce a quién.

¿Usted lo conoció? Nunca en mi vida.

¿Este es el mayor escándalo policial-militar que usted ha observado en los últimos años? Sí. Claro, hay otros iguales o peores, pero no en los últimos años. En el año 66, por ejemplo, durante el primer gobierno del presidente Belaunde, el famoso escándalo de los bazares militares, del contrabando. Se formó una comisión parlamentaria encabezada por el Apra, que era mayoría en el Parlamento, para perjudicar a Belaunde, y lo que hizo fue adelantar el golpe de Estado. Esa comisión involucró a Velasco Alvarado como presidente del Comando Conjunto en el contrabando de paracaídas y vinculó a un ministro de la Marina que se aprovechó del cargo porque embarcó un automóvil en un buque de la Marina en Hamburgo para su uso personal. La comisión investigadora no pudo terminar su labor porque vino el golpe y uno de los involucrados era Velasco.

¿No nos está augurando eso? No. Esto no va a ser igual. Las circunstancias han cambiado.

Pero es la primera vez que veo que sacan a seis generales y tres coroneles de un porrazo. La policía contenta no está, auguran la noche al Ejército. Así es. Pero son otras circunstancias y otras épocas y otro equilibrio de fuerzas políticas actualmente.

Humala ha sido claro en el Día del Ejército. Habló de fuerzas montesinistas ¿Nada cambió desde Montesinos? Quiere decir que se cortaron muchas de las raíces, pero no todas. Es como cuando vamos al desierto y vemos los árboles de algarrobo inclinados en el suelo y creemos que están muertos, cuando no es así.

¿Le cree a Humala cuando rechaza de forma tajante cualquier vínculo montesinista? Ese es un juicio de valor. Yo quisiera creerle, pero las investigaciones lo van a decir. No puedo partir de si le creo o no. Vamos a investigar y llegaremos a la verdad. La familia militar es grande y con muchas vinculaciones entre ellos, pero eso no significa que todos sean culpables, en absoluto. Si en las investigaciones se comprueban vinculaciones, no dejaré de anotarlo. No me temblará la mano para firmar un dictamen que pueda responsabilizar a cualquier persona.

Ha mencionado el detonante del golpe de Estado. Podrían decir que el gobierno de Belaunde no fue lo suficientemente fuerte para soportar esa bota militar. ¿El gobierno de Humala es lo suficientemente fuerte? No es muy fuerte como gobierno, pero la democracia hoy es más fuerte que en aquella época. Hoy las instituciones son más fuertes que el gobierno.

¿A qué poder paralelo se refirieron Humala y Villanueva? ¿A las Fuerzas Armadas? Cuentan que el presidente montó en cólera y llamó a los generales. No me extrañaría que así sea, porque las Fuerzas Armadas son permanentes, los gobiernos pasan, las Fuerzas Armadas quedan. Es un poder paralelo; por supuesto, pero es un poder que debe de estar sometido al gobierno constitucional.

¿Qué piensa del almirante Cueto? Da una versión y los policías la niegan. Él no es afectado. Cueto es una personalidad muy interesante dentro de las Fuerzas Armadas y Marina porque es espada de honor. Es un hombre que tiene mucha credibilidad. Igual vamos a convocarlo y averiguar qué pasó.

Entonces concluimos diciendo que se está investigando una guardia dorada que nunca debió existir a un señor… A un señor aparentemente vinculado al gobierno, aparentemente poderosísimo, tanto como un ministro de Estado.

Aparentemente vinculado al gobierno y eso van a descubrir. Así es. Yo tengo muchos años en la política y no voy a poner en juego el prestigio y la experiencia que he adquirido en estos años. La gente me conoce: yo no acepto presiones de nadie.

¿Cabe la posibilidad de que en esa casa pasaran cosas relacionadas con otro tipo de ‘chuponeo’? También he escuchado ese rumor. Eso se dice

Se habla de variados encuentros sexuales De esparcimiento con costumbres poco sanas…

Como en época de Montesinos. Es una vieja costumbre con los recatos de la época, en el mundo militar y en el mundo oficial. Hay que recordar los famosos ‘altecos’, que existían en la época de Velasco, en su casa de Chaclacayo, y que también existieron en la época de Odría, en la casa de su vicepresidente en La Perla. Hay que recordar que en esos ‘altecos’, Odría se cayó y se rompió la cadera persiguiendo a una doncella, pellizcándole los glúteos. Acabó su gobierno en silla de ruedas por culpa de un ‘alteco’.

¿’Alteco’ era almuerzo, té, comida y cama adentro? Digamos que la cama era la cereza de la torta. En esos encuentros se tejen redes de corrupción más adelante. No todos intervienen en esas redes pero muchos sí. Los actores que fomentan eso y los que caen en esta tentación son chantajeados para que cumplan con sus fines.

¿Porque son filmados? Probablemente sí. Los ‘altecos’ no han desaparecido.

El Vraem es una zona muy complicada no solo por el riesgo físico que implica ser destacado allí sino por las tentaciones del narcotráfico. Urquizo ya reconoció que se reunió con López Meneses. Aparentemente el interés de López Meneses era que se ordenara como jefe al general Raymundo Flores Cárdenas. Esta es otra rama: el narcotráfico y sus redes No quiero adelantar nada, pero evidentemente el narcotráfico mueve mucho dinero, compra autoridades y silencia otras, así que no descarto esa posibilidad. Cuando era secretario de la presidencia y del Consejo de Ministros durante el segundo gobierno de Belaunde tuve visitas de varios oficiales pidiéndome ayuda para ser destacados a la aduana del Callao, de Tacna, de Tumbes. Ese pedido hay que descartarlo porque huele mal.

Si le pidieran facilidades para ser destacado en el Vraem, ¿qué pensaría usted? Nadie quiere ir al Vraem por su propia voluntad. Si lo pide, es porque quiere sacar un tipo de provecho. Eso es clarísimo.

Villafuerte asesora a Urquizo, luego Villafuerte es pieza clave en campaña y asesor de Humala. Y, ¡oh sorpresa!, luego Urquizo es ministro de Defensa y, ¡oh sorpresa!, luego Raymundo Flores es general del Vraem. ¿Qué hay en el Vraem? Droga. Todo es sospechoso y todos serán citados. En el Vraem hay mucho dinero y mucho peligro. Estoy un poco condenado al silencio para decir lo que pienso, pero yo dudo de todo el mundo en este momento, la duda me ayuda a investigar,incentiva.

Ojalá, porque la gente cree mayoritariamente que esta comisión no logrará sacar la verdad. Insisto: estoy aquí para investigar y llegar al fondo de todo y lo voy a hacer, pase lo que pase, cueste lo que cueste, caiga quien caiga. La gente que me conoce sabe que digo la verdad. López Meneses será citado las veces que sea necesario. ¿De qué vive? ¿Trabaja o no trabaja? ¿Quién le paga sus gastos, que parecen ser cuantiosos, sus desplazamientos y los guardaespaldas propios y del Estado? No tiene, según parece, cuenta bancaria ni tarjeta de crédito. ¿Por qué Malca Villanueva, su suegro, no estaba requisitoriado por Interpol? Eso es raro. ¿Quién maneja el dinero de Malca Villanueva y de Montesinos? Todos los que se han fugado y no han querido regresar a ser juzgados han sido capturados, ubicados, todos. La excepción es Malca. Vamos a extirpar el cáncer del montesinismo dentro de las autoridades del gobierno, dentro de las Fuerzas Armadas y policiales.

¿Realmente cree lograrlo? Vamos a dar un informe contundente, vamos a exigir sanciones. El gobierno no tendrá alternativa y aplicará recomendaciones. Humala no puede permitir que el país se vaya por la escotilla, por los desagües ante un hecho de esta naturaleza.