Un joven postulante a una panadería hizo una curiosa pregunta que dejó perplejo al dueño. | Foto: Pixabay
Un joven postulante a una panadería hizo una curiosa pregunta que dejó perplejo al dueño. | Foto: Pixabay
Redacción EC

El dueño de una panadería vivió un curioso momento tras recibir la pregunta de uno de los tantos aspirantes a los puestos que buscaba para aumentar la producción de su negocio.

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En una entrevista para el medio argentino TN, el hombre en cuestión, cuyo nombre es Federico, reveló que buscaban gente para elaboración, específicamente que hagan bollitos de masa y que le pongan queso.

“Como es algo básico y no difícil, tratamos de tomar gente sin experiencia, de 18 a 25 años. Mejor si es su primer laburo, así aprenden rápido”, contó.

En ese contexto, recibió una consulta que lo dejó tan desconcertado, que decidió compartir su experiencia en Twitter.

“Uno dejó el CV en la panadería y preguntó si hay algún día de home office. Si, un día por semana te dejamos la harina en tu casa así podes amasar tranquilo, rey”, reveló Federico.

Ante dicha consulta, Federico reveló que entre risas respondió con la verdad a la pregunta: “El chico era joven, trabajaba en call center. Le dije, después de reírme sin mala intención, que no. Que era imposible que se lleve harina y me traiga el pan hecho”.

Federico comentó que la interrogante le dejó perplejo ya que creyó que el puesto que ofrecía presentaba obviedades. “Una persona pensaría que si tiene que hacer bollos de pan es obvio que el trabajo es in situ. No es un trabajo de administración o ventas”, agregó.

En el mismo tono de la experiencia, un usuario le comentó a su publicación: “Capaz que quería ser Data Analytics y calcular qué día de la semana se vende más pan. Qué día más medialunas, que día más prepizzas, etc”. Federico respondió: “Eso ya lo hice yo”.

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Respecto al negocio, el nombre de la panadería es Nova Panes y le pertenece a Federico y a su hermano, quienes cuentan con 12 empleados.

“Abrimos una panadería con mi viejo y mi hermano en plena pandemia. Por razones ya conocidas, durante la cuarentena nos fundimos. Nos pusimos a hacer pan de papa. Mi viejo nos prestó un galpón de su fábrica para trabajar ahí y arrancamos hace 11 meses. Por suerte fue un éxito”, contó.

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