Patricia tiene 60 años y no es muy fanática de los deportes. Por ello, antes de adoptar, buscó un perrito que no necesitará realizar demasiada actividad física durante el día.
Patricia tiene 60 años y no es muy fanática de los deportes. Por ello, antes de adoptar, buscó un perrito que no necesitará realizar demasiada actividad física durante el día.
María Alejandra López

“Me avisaron que había una perrita en Los Fresnos y fui inmediatamente a auxiliarla. Estaba tan asustada que la agarré y me mordió”, recuerda Majo Morales, rescatista y responsable del albergue

Mamita tiene 4 años y medio. Vivió en el albergue Wasi wau por más de 1 año.
Mamita tiene 4 años y medio. Vivió en el albergue Wasi wau por más de 1 año.

Cuando Majo rescató a Mamita, las huellas de su abandono eran evidentes: estaba muy desnutrida, y con el cuerpo lleno de pulgas y garrapatas. Lo primero que hizo su rescatista, aparte de llevarla al , fue alimentarla para que pudiera alcanzar un peso más saludable.

En ese proceso, descubrió que había engordado de manera repentina. “El veterinario me explicó que no había aumentado de peso, sino que estaba a punto de parir. ¡Ella venía con sorpresa!”. Al día siguiente, la perrita dio a luz.

El destino de Mamita

"Al momento de adoptarla, me dijeron que lo que más le gustaba era ver tenelovelas. Cuando la traje, le puse 'El mentalista'", revela Patricia.
"Al momento de adoptarla, me dijeron que lo que más le gustaba era ver tenelovelas. Cuando la traje, le puse 'El mentalista'", revela Patricia.

Felizmente, los tres cachorros encontraron hogares llenos de amor, al igual que Mamita. Después de haber estado durante más de 1 año en Wasi wau, recibió una visita muy especial.

Tras la muerte de su querido ‘Lolo’, la especialista en atención al cliente Patricia del Busto decidió adoptar por segunda vez para darle un hogar a otro animalito. Así llegó a WUF.

"Al inicio tenía dificultad para hacer amigos, pero hoy juega con perritos y personas de todas las edades. Para nuestra vecina de dos años, Belén, 'Mamita' es como su perrita y siempre está pendiente de ella".
"Al inicio tenía dificultad para hacer amigos, pero hoy juega con perritos y personas de todas las edades. Para nuestra vecina de dos años, Belén, 'Mamita' es como su perrita y siempre está pendiente de ella".

“Las fotos de los perritos en la página web me parecieron alucinantes, especialmente la de ella. La vi con una sonrisa nerviosa, y dije ‘debe ser mía’. Hice la solicitud de adopción y pasé por una evaluación previa para conocerla en el albergue”, cuenta.

Aunque lo de Patricia fue amor a primera vista, cuando Mamita la conoció, le gruñó. Sin embargo, su futura madre no se rindió y la adoptó oficialmente el 25 de febrero de 2020, días antes de que estallara la pandemia del coronavirus en el Perú y empezara la primera cuarentena.

Vida en pandemia

Desde hace aproximadamente un año, Mamita es la compañera incondicional de Patricia. Ambas han tomado las medidas sanitarias con la seriedad que amerita y no han recibido a nadie en casa. Patricia solo sale para pasear a su perrita y comprar víveres.

“Lolo siempre será una parte de mi vida, pero Mamita ha llenado de energía mi existencia. La fuerza divina que mueve el mundo ha permitido que nos reunamos justo antes de este periodo tan grande de soledad”, confiesa.

Patricia tiene un horario a tiempo completo de trabajo, que hoy realiza desde casa. En su tiempo libre, le encanta bailar con Mamita.
Patricia tiene un horario a tiempo completo de trabajo, que hoy realiza desde casa. En su tiempo libre, le encanta bailar con Mamita.

A pesar de que la pandemia fue un poco difícil para ambas, especialmente por los constantes cambios de horarios en los que se podía salir a pasear a las mascotas, hoy las dos tienen una rutina establecida que cumplen sin problemas.

Mamita acompaña a su madre en todo momento e, incluso, tiene una cama al lado de su lugar de trabajo para que ambas puedan estar juntas durante todo el día.

Según Patricia, solo han sobrevivido dos juguetes de las garras de Mamita.
Según Patricia, solo han sobrevivido dos juguetes de las garras de Mamita.

“Felizmente, no ha hecho destrozos... Eso demuestra que quizás tenía una familia antes de ser abandonada. Eso sí: ¡es la más grande cazadora de polillas y la más grande destructora de juguetes del mundo!”, cuenta Patricia.

Si bien para muchas personas la cuarentena ha representado un periodo de soledad y dificultad, la Wufer ha logrado sentirse más acompañada que nunca gracias a los pasos de su perrita. “Somos compañeritas. No sé qué hubiera sido de esta época tan difícil para todos si yo no tuviera su afecto y la responsabilidad de ver que ella esté sana y feliz”.

¡Adopta un amigo de cuatro patas y haz la diferencia! Ingresa a y encuentra a tu Wuf ideal. Para apoyar el trabajo que WUF viene realizando en los albergues, afíliate a


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