El epicentro fue localizado 85 kilómetros al noroeste de esta ciudad, en el distrito de Jepelacio, y tuvo una profundidad de 115 kilómetros. El movimiento duró unos 30 segundos.
El número de muertos ascendió a 20 y más de 260 personas quedaron heridas. Además, 500 viviendas fueron destruidas o afectadas y se registraron cuatro mil damnificados, según el Instituto de Defensa Civil.
Asimismo, a consecuencia de los derrumbes, sufrieron daños la hidroeléctrica de Rodríguez de Mendoza y la torre de control del aeropuerto de Chachapoyas, en la región Amazonas.
En Lamas, el punto geográfico más impactado, un 70% de las viviendas fueron afectadas: techos de calamina en el suelo, paredes convertidas en desmonte y centenares de viviendas a punto de desplomarse.
Gran parte de la avenida San Martín, la calle más importante de Lamas, quedó destruida. Tres personas fallecieron y los cientos de damnificados fueron ubicados en cuatro albergues.
El violento sismo también golpeó Bagua, Pucallpa, Chachapoyas, Yurimaguas e Iquitos. Además, se sintió en Cajamarca, Tumbes, Piura, Chiclayo, Trujillo e incluso Lima.
El movimiento telúrico fue tan potente que las ondas sísmicas llegaron hasta Colombia, Ecuador y Brasil.
En Iquitos el público recién abandonaba el estadio Max Augustín, luego de ver el partido entre Turquía y China por el Mundial Sub 17, que en esos momentos se organizaba en el Perú. La mitad de la gente se volcó a la cancha para ponerse a buen recaudo.
En el penal San Cristóbal de Moyobamba una pared se vino abajo, por lo que la Policía Nacional tuvo que tomar medidas para evitar la fuga de los internos.
El fluido eléctrico y la señal telefónica se interrumpieron en varias ciudades del nororiente. El gobierno regional de San Martín declaró de inmediato el estado de emergencia.
El terremoto también se sintió en Lima
En la capital muchas personas salieron de sus casas debido a la duración del movimiento telúrico, que aquí también fue de unos 30 segundos.
El Instituto Geofísico del Perú informó que el temblor tuvo en Lima una intensidad de 2,5 grados en la escala de Mercalli, aunque en algunos distritos, ubicados en el este y norte, alcanzó los 3 grados.
Los enlaces entre Lima y Moyobamba se vieron saturados por algunos minutos, lo cual impidió que algunas personas pudieran contactarse con sus familiares.
Esa misma noche el alcalde de Lamas, Rafael Saavedra Díaz, comunicó que la energía eléctrica se había interrumpido y que en el hospital se atendían por lo menos a doce heridos a la luz de linternas y velas.
En Tarapoto se registraron varios heridos debido a una desordenada evacuación y algunas personas salieron a las calles con sus colchones por temor a las réplicas.
En Bagua, Amazonas, la población permaneció hasta altas horas de la noche en las calles. Las celebraciones por el Día de la Primavera que estaban a punto de comenzar tuvieron que interrumpirse.
En Tumbes, cuando empezó el sismo se realizaba la misa dominical en la Catedral, obligando a los feligreses a abandonar las instalaciones. En Piura, Chiclayo y Trujillo también se cortó la comunicación de telefonía celular.
Un vuelo de LAN, que iba de Piura a Chiclayo, no pudo descender en esa ciudad porque el temblor afectó el fluido eléctrico y la pista de aterrizaje no era visible. La nave, con 114 ocupantes, tuvo que volar hasta Lima, el único destino alternativo.
El territorio nacional no volvería a sufrir un movimiento de tierra significativo hasta el destructivo terremoto de Pisco, dos años después.