El 12 de diciembre de 1961, un curioso episodio tuvo lugar en el local del diario El Comercio, en el Centro de Lima. Eran las 7 de la noche cuando una figura menuda apareció bajo el dintel de la puerta que da acceso a la sala de Redacción.
Se trataba de un niño, vestido con el tradicional uniforme de comando escolar de aquellos años. Sin titubeos se dirigió hacia el primer periodista que tuvo a su alcance y le dijo: “Tengo un problema, debo hacer un reportaje a una importante personalidad nacional”.
“Es para aprobar mi curso de Castellano, y he decidido hacérselo al doctor Luis Miró Quesada, que es el director de El Comercio”, agregó el joven visitante, mientras su voz se confundía con el traqueteo habitual de las máquinas de escribir.
Quien se dirigía con esa seguridad y aplomo a un sorprendido redactor del decano era el estudiante José Santa Cruz Tenorio, alumno de primaria de la Gran Unidad Escolar “Ricardo Bentín” del Rímac.
“No puede usted defraudarme en mi objetivo de lograr la entrevista, pues es mi gran aspiración”, recalcó el tenaz colegial. Luego de las consultas pertinentes, Santa Cruz Tenorio fue invitado a pasar hasta el escritorio de don Luis Miró Quesada de la Guerra, director de El Comercio.
Allí cogió su lapicero y empezó a tomar apuntes mientras escuchaba con atención las respuestas de su entrevistado. Le hizo preguntas sobre política y otros temas. Incluso, algo emocionado le inquirió: ¿Somos un gran país?
En un tono paternal don Luis disipó todas sus dudas y, al final de un diálogo bastante extenso, accedió a firmar las hojas en donde el joven entrevistador había anotado todas sus declaraciones. ¡Por lo menos me ponen un veinte!, exclamó Santa Cruz Tenorio al momento de retirarse con su deseo cumplido.
Los escolares y El Comercio
El Comercio siempre tuvo las puertas abiertas para los estudiantes del Perú y este curioso encuentro entre un colegial y el director del decano fue un presagio de lo que el 11 de noviembre de 1984 se convirtió en una plausible realidad: la Página Escolar.
Bajo la inspiración de Alejandro Miró Quesada Garland –hijo de don Luis- y Aurelio Miró Quesada Sosa, se abrió este importante espacio en donde los colegiales interesados por plasmar sus inquietudes periodísticas pudieron ver publicadas en tinta y papel sus primeras notas.
Este hermoso proyecto tuvo una larga vida (hasta 2012) y no solo consiguió cumplir los sueños de miles de niños, que pudieron vivir la experiencia de “ser redactor” de El Comercio, sino que se transformó en una escuela de periodismo y de aprendizaje de valores y disciplina.
Fue una cantera, también, de muchísimos jóvenes que terminaron abrazando la carrera de periodistas y comunicadores, y que en algunos casos, por los avatares del destino, volvieron a su casa, El Comercio, y desarrollaron su carrera profesional en la histórica sala de Redacción del decano.
Corresponsales en la era de la virtualidad
En mayo de 2021 El Comercio, en alianza con Unicef, relanzó el programa de Corresponsales Escolares, poniendo “en línea” con el mundo de la noticia a 500 nuevos “jóvenes reporteros”, quienes continuarán el legado de sus predecesores, convirtiéndose en voz de sus comunidades.
“Desde hoy ustedes forman parte de la familia de El Comercio y desde hoy también tienen una gran responsabilidad en sus manos”, les dijo el actual director periodístico del decano, Aurelio Arévalo Miró Quesada, quien en la línea de sus antecesores abrió cordialmente las puertas de la institución a nuestros nuevos colegas.
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