Hay días en los que estamos tan motivados que terminamos con nuestra lista de pendientes más rápido de lo que esperamos; sin embargo, hay otros días en los que nos cuesta mucho más enfocarnos y avanzar con pequeñas tareas diarias.
A veces simplemente no tenemos la energía y las ganas suficientes para ser productivos. Todos en algún momento hemos tenido esa sensación, pero es importante levantarnos y continuar con nuestras responsabilidades. Estos consejos te ayudarán a darte un poco de impulso en esos días que más lo necesitas.
- Pregúntate: “¿por qué me siento desmotivado?”. Un primer gran paso es reconocer la razón de nuestra desmotivación. Puede ser cansancio, aburrimiento, tal vez nuestra tarea no nos motiva o las situaciones que suceden a nuestro alrededor nos están afectando. Cuando tenemos una respuesta podemos hacer un plan que nos ayudará a comprender nuestro propósito y ver cuán importante es realmente esta tarea para así tomar una decisión.
- Comienza con tareas simples. Prioriza las cosas que no requieran una gran cantidad de trabajo. Revisa tu lista y encuentra una o dos tareas que puedas terminar rápidamente. La mejor forma de inyectar un poco de ánimo es hacer algo pequeño, positivo y productivo. Luego, estarás listo para abordar tareas de mayor intensidad y complejidad.
- Cambia de entorno. Estar en el mismo lugar durante la mayor parte de tu trabajo puede disminuir la productividad. Opta por trabajar en una nueva esquina de la oficina, en una mesa de trabajo diferente, o trabajar a distancia, si es posible. Puedes probar en diferentes cafeterías o librerías.
- Organízate. Tener un horario organizado puede ayudarnos a despejar nuestra mente y a recuperar el control sobre nuestro día. Es necesario identificar todo, incluyendo lo que queremos hacer, lo que necesitamos y cuándo planeamos hacerlo. Tal vez sea abrumador al inicio, pero nos permite definir mejor nuestras prioridades.
- Desconéctate de internet. Dejar de lado tu celular o cualquier dispositivo móvil es una de las formas más subestimadas para ser más productivos. Desconectarse, incluso durante una o dos horas, te ayudará a concentrarte en tus prioridades, perder menos tiempo y ser más productivo. Podrás enfocarte en ese trabajo que quieres concretar o aquella meta que quieres alcanzar.
- Concéntrate en una cosa a la vez. Hacer muchas cosas a la vez no es algo productivo. Es mejor concentrarte en una tarea y terminarla, que dejar muchas tareas a medias sin terminar. Una vez que termines una tarea, te sentirás más aliviado, y podrás pasar a la siguiente.
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