Examen práctico de manejo: Los miedos que pueden aparecer al momento de realizarlo y las estrategias para gestionarlos

Sentir miedo o nervios ante el examen práctico de manejo es un sentimiendo sumamente normal que todo el mundo puede atravesar. Este tipo de prueba necesita de la concentración absoluta de quien postula y una capacidad de reacción ante cualquier maniobra, sin embargo, pueden embargarnos emociones negativas que pueden interferir con ello. Por ello, te presentamos algunos consejos para poder gestionar nuestras emociones.

6 consejos para afrontar la ansiedad por el examen de conducir

La idea de subirse al carro, puede atraer hacia sí toda clase de pensamientos catastróficos y sesgados. Por ello, te brindamos una serie de consejos para gestionar las emociones adecuadamente.

1. Apúntate a una escuela para aprender estrategias y trucos de manejo: Los miedos no se pueden enfrentar de golpe. En este caso, inscribirse en una escuela de manejo es el curso de acción más apropiado para estar bien preparado para este examen crucial. Siempre es mejor progresar lentamente. Si no das este primer paso, te será difícil superar la ansiedad ante este.
2. Desconectarte y descansar sin obsesionarte: A la hora de prepararse para un examen de manejo, no solo debe ser de manera física, sino también mental. Estar pensando todo el día en ello no ayudará a enfrentarlo saludablemente. En lugar de eso, intenta realizar actividades que te resulten relajantes y placenteras. Asimismo, hay que dormir adecuadamente para poder rendir.
3. No seas duro contigo mismo: A la hora de mejorar y prepararte para el examen, la culpa no te ayudará en nada. Es aceptable analizar tus errores siempre y cuando seas amable contigo mismo, debes reconocer que cualquier error puede servir como trampolín para el aprendizaje. Como resultado, sea amable consigo mismo. No estará más preparado culpándose a sí mismo por sus errores y meteduras de pata porque todos los cometemos.
4. Asiste a terapia: Siempre es bueno acudir donde un especialista para que nos ayude a gestionar nuestras emociones y, sobre todo, aquellas que están relacionadas a la ansiedad o el estrés.

Es importante tener en cuenta la posibilidad de sufrir una fobia, que no es para nada lo mismo que tener miedo. Sentir miedo en determinadas situaciones es algo natural y funcional; la fobia es algo patológico que requiere invariablemente de ayuda profesional.