Hace poco hablábamos de las terapias complementarias. Decíamos que estas existen desde tiempos remotos, y se usan desde entonces para complementar lo que hace la medicina occidental.
La gemoterapia, la alineación de chakras, el yoga, la meditación consciente, el biomagnetismo o la acupuntura, son solo algunas de las muchas terapias que hasta la fecha existen. Y para nada, están peleadas entré sí, todo lo contrario.
La acupuntura, por ejemplo, está reconocida por la OMS desde 1979, por su efectividad para el tratamiento de aproximadamente 50 enfermedades o molestias corporales. En la actualidad, mucha gente acude a este tipo de terapia china para tratarse de dolores cervicales, lumbares, cefaleas, artrosis, fibromialgia, dolor oncológico, ansiedad, entre otros, obteniendo buenos resultados.
En este camino por aliviar o curar una determinada dolencia o enfermedad, el papel del fisioterapeuta está bien presente también para solucionar este tipo de problemáticas y es que, reiteramos, ambos tratamientos son respetables y a su modo, lo que buscan finalmente es ayudar al paciente.
Con el fin de conocer ambas disciplinas, conversamos con Liang Liu Wei Jun, médico acupunturista chino, y Christiam Megue, director y fundador en VitaNova, para que nos expliquen acerca de su trabajo y cómo este viene funcionando en la actualidad.
Desde una mirada oriental
Para Liu Wei Jun, especialista recibido en acupuntura y radicado en Perú desde 2003, la acupuntura puede curar una gran lista de enfermedades, desde gripe hasta dolencias más complejas como hemorragias cerebrales o ataques de epilepsia.
Haciendo uso de una pequeña y fina aguja, el especialista en acupuntura detecta las molestias del paciente y basándose en canales (14) y puntos (400) ubicados en nuestro cuerpo, pincha un determinado músculo con el fin de mejorar la microcirculación, por tanto, libera y reequilibra la energía y con esto, genera bienestar en el paciente.
Familiarizado con la acupuntura desde los 11 años, gracias a las enseñanzas que aprendió de su padre, Liu Wei Jun se especializó años más tarde en una técnica llamada Acupuntomología.
Usando una aguja algo más grande que la se suele usar en la acupuntura; con la Acupuntomología, llamada operación sin incisión, se trata dolencias crónicas causadas por las adherencias, cicatrizaciones por los tejidos blandos sobre distintos puntos del cuerpo, espasmos musculares, bursitis, torceduras, tendinitis, desgarres, traumatismos y espasmos musculares entre otros males.
“La acupuntomología es un pequeño instrumento quirúrgico inventado y hallado después de varios años de dedicación por el traumatólogo chino Zhu Hanzhang. Esta técnica fusiona la medicina occidental y la medicina tradicional china ya que hace uso de la aguja que se usa en la acupuntura, que activa y estimula la energía interna del cuerpo, así como las cualidades del bisturí que separa y corta las adherencias, cicatrices, espasmos musculares y mejora el metabolismo creando una cura final a las enfermedades”, explica Liu Wei Jun, quien además, practica desde 2017 la terapia de acupuntura cerebral.
Inventada por doctor Gong Changxiang, graduado en la Universidad de Medicina Tradicional China y Occidental de Shandong, la terapia de acupuntura cerebral, consiste en usar una sola aguja para todas las enfermedades que aquejen al paciente. Esta se pincha en la parte posterior central de la cabeza, cerca a la nuca por unos segundos con el objetivo de equilibrar el sistema nervioso.
En palabras de Liu Wei Jun, el número se sesiones que requiera el paciente dependerá del tiempo que ha tenido la enfermedad. Por ejemplo, en el caso de un asmático, quizás necesite una semana de tratamiento si es que ha padecido por el asma por varios años. Según información brindada por el especialista, la terapia de acupuntura cerebral, llamada también terapia de Gong, está registrada desde 2019 por el Ministerio de Asuntos Civiles de la República Popular China.
Dependiendo de la enfermedad, Liu Wei Jun, hace uso de una o ambas técnicas.
El punto de vista occidental
En conversación con Christiam Megue, este concuerda con lo mucho que ha crecido el campo del fisioterapeuta últimamente. Cada vez hay más profesionales formados o capacitados en más especialidades basados en la evidencia científica.
Problemáticas, que van desde lo más sencillo como puede ser una contractura hasta problemas neurológicos, son analizados con una primera evaluación terapéutica, de manera que esta establezca los objetivos y el plan de tratamiento a seguir, según sea el caso de cada paciente.
Poniendo como ejemplo una parálisis parcial de cuerpo, Megue explica que después que un médico diagnostica la condición del paciente, luego entra a tallar el trabajo del fisioterapeuta. “¿Cómo está la sensibilidad? Hay que supervisar siente el calor, si mueve el brazo, ¿qué músculo está fuerte? ¿paralizado? ¿desgarrado?”, debemos preguntarnos y resolver la causa, el origen del problema, indica el especialista.
El mismo tratamiento procede con un caso sencillo como lo puede ser una contractura.
Megue destaca también la importancia del ejercicio físico médico en este tipo de métodos. “Tenemos pacientes asmáticos con una vida casi normal, deportistas con problemas cardíacos haciendo terapia y llevando una vida también de lo más normal, adultos mayores que ya no se llenan de medicinas para paliar sus problemas reumatológicos, gracias a una serie de ejercicios que los ayudan a quitarles este tipo de dolores”, apunta.
Finalmente, Megue clara que para garantizar el éxito de una determinada condición, es importante ser constantes con las indicaciones que le dé el especialista. “Si yo no te enseño, si yo no te fortalezco, vas a volver al poco tiempo seguramente y por eso es importante la honestidad del fisioterapeuta”.
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