Después de que la humanidad viviera más de dos años de pandemia se han identificado algunas tendencias por su causa. En la actualidad, por ejemplo, se tiene la creencia de que las dificultades respiratorias necesariamente están asociadas al COVID-19, que la falta de aire y la fatiga son secuelas comunes del virus, asimismo, que el estrés y la ansiedad son una consecuencia emocional del confinamiento.
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Aunque muchos de estos síntomas son comunes y los ha manifestado gran parte de la población, estos no deben ser normalizados, pues pueden estar escondiendo otras afecciones importantes en los pulmones, como la hipertensión arterial pulmonar (HAP).
Teniendo en cuenta la importancia de visibilizar esta enfermedad, pacientes, cuidadores, médicos y otros actores del sector salud, se han unido, en el marco del Día Mundial del Pulmón, para dar a conocer la iniciativa ´Toma un Nuevo Respiro´.
“El objetivo de la campaña es hacer un llamado sobre la importancia de obtener un diagnóstico oportuno, al ser una enfermedad huérfana y que además presenta síntomas usuales, muchas personas ignoran su existencia haciendo que el diagnostico sea tardío. Cuando la enfermedad ha progresado de forma grave, los pacientes ven afectada considerablemente su calidad de vida y se ven limitados a realizar de manera normal actividades cotidianas”, señala el doctor Diego Ponce De León, gerente médico de Janssen Perú y Ecuador.
La hipertensión arterial pulmonar es una enfermedad rara (poco frecuente), grave y progresiva, que afecta entre 11 y 26 personas en un millón. Esta es una condición en la que se eleva la presión de la arteria pulmonar y como resultado afecta a los vasos sanguíneos que transportan la sangre del corazón a los pulmones. En consecuencia, el corazón debe esforzarse de más para bombear sangre a través de los pulmones, lo que hace que el músculo cardíaco se debilite y falle.
¿Por qué la Hipertensión Arterial Pulmonar se confunde con el estrés y la ansiedad?
Entre los síntomas más frecuentes de esta enfermedad se encuentra la sensación constante de falta de aire y de cansancio extremo, esto se debe a que el volumen de sangre que el lado derecho del corazón es capaz de bombear puede ser insuficiente. Cuando esto ocurre, circula menos sangre a través de los pulmones disminuyendo la captación de oxígeno.
Cuando la enfermedad está en sus primeros estadios, el cansancio se presenta cuando se ejercen actividades de esfuerzo; de lo contrario, se revela en situaciones cotidianas como vestirse, caminar cortas distancias o simplemente subir un escalón. Aún con esta sensación permanente de fatiga, la enfermedad puede producir insomnio, lo que genera un impacto emocional mayor. El estrés y la ansiedad manifiestan síntomas similares, impidiendo realizar actividades habituales del día a día e incluso conciliar el sueño en las noches.
¿Por qué se tarda el diagnóstico?
Las personas suelen ver cada síntoma de manera independiente, y concluyen erróneamente que pueden tratarse a sí mismos, buscando controlarlos o manejarlos desde su casa. Algunos de los síntomas no se reconocen como tal y se tienden a confundir con enfermedades como asma, bronquitis crónica y neumonía, y como consecuencia no levantan alertas, los otros síntomas que presenta la hipertensión arterial pulmonar no son comunes; dolor en la parte superior derecha del abdomen, labios azules y dolor en el pecho, por eso se consideran como casos aislados.
“Podemos parecer sanos pero la hipertensión arterial pulmonar es sigilosa. De ahí la importancia de llegar a un diagnóstico adecuado, ya que de lo contrario el tratamiento de la patología no se dilatará en el tiempo haciendo que la afección empeore, no podemos permitir que esta enfermedad siga actuando a escondidas de todos”, dice Maritza Rodríguez, presidenta de Llapan Kallpa.
¿Se puede tratar?
Aunque en la actualidad no exista una cura, gracias al compromiso de la comunidad científica y el desarrollo de los últimos años puede ser tratada. Existen una serie de tratamientos que ayudan a detener su progresión y le darán al paciente una mejor calidad de vida; en Perú se disponen de muchos de ellos, contando desde medicamentos de administración oral hasta aquellos que administran a través de una bomba de infusión continúa conectada a un catéter central.
Llamado al diagnóstico oportuno
Es importante recordarle a la comunidad y a los profesionales de la salud, que la aparición de cualquiera de estos síntomas son señales de alerta. Se debe trabajar en el diagnóstico oportuno de esta enfermedad, ya que de ello depende la calidad de vida de la población que la padece y aún no lo sabe. La hipertensión arterial pulmonar puede llegar a ser mortal si no es detectada a tiempo. Acercar a los pacientes con hipertensión arterial pulmonar a una Salud sin Pausa es ofrecerles la oportunidad de acceder a tratamientos que tengan el potencial de reducir sus síntomas y la progresión de su enfermedad de manera oportuna.