Como él, muy pocos en Italia. La magia que salía del chimpún derecho de Roberto Baggio vio luz primera un 19 de junio, como hoy, de hace 24 años. Se dio la cita en la tercera fecha del Grupo A del Mundial Italia '90, y los locales se enfrentaron a Checoslaquia para disputar el liderato de su llave luego de que vencieran a Estados Unidos y Austria en sus dos primeros partidos de la Copa.
Baggio arrancó de titular y aún no calzaba la númeroo 10 en la espalda, que se ganaría a pulso con el paso de los años (y que en ese Mundial le pertenecía a Nicola Berti). El 'Bambino' ya era considerado uno de los jugadores a tener en cuenta de la selección italiana. El delantero, que luego del Mundial daría un a la Juventus, consiguió anotar frente a Checoslovaquia el mejor gol del Mundial '90.
La acción partió de la mediacancha, en una impecable combinación con Giuseppe Giannini, y a partir de ahí Baggio se ocupó del resto. Dejó regado a todo defensa que se interpuso en su camino y definió con un disparo que Jan Stejskal no pudo atajar. Golazo. Un golazo que aún celebran los italianos en el Olímpico de Roma, estadio donde se dio la anotación.