A casi un mes de conseguir el mayor logro de la selección argentina en 36 años, Lionel Scaloni, artífice de la victoria en el Mundial Qatar 2022, recibió a Jorge Valdano para el programa ‘Universo Valdano’, en donde desentrañaron los pormenores de un grupo que alcanzó la gloria.
“No sé si alguna vez ha pasado esto. Es difícil de explicar lo que ha sucedido con la selección Argentina. Vos (a Valdano) fuiste jugador y ganaste el Mundial en el 86. Esa comunión que se logró entre los jugadores, la gente, la directiva, el cuerpo técnico, es difícil de explicar.”, inició explicando Scaloni.
Luego, era inevitable referirse a uno de los puntos más emotivos de aquella final ante Francia: las lágrimas del entrenador. Lágrimas que caen porque es imposible retenerlas, que caen porque uno de tus pupilos viene a abrazarte.
“Hubo un momento clave en el que me largo a llorar porque me di cuenta lo que hicimos. Me senté en el banco, 20 o 30 segundos y fueron los mejores desde que estoy en la Selección, junto a los de Maracaná. Es como decir: “alivio”. Fue decir: “lo conseguimos, pero qué alivio”, indicó.
El llanto quizá no hubiera sido posible sin la aparición de Leandro Paredes en escena. “Lo veo venir a él llorando de frente. Había sufrido Leandro, había entrado al equipo, salido del equipo”.
Las declaraciones de Scaloni nos hacen recordar a una mítica frase que pronunció Pelé, tras ser tricampeón del mundo (1970). “Creo que el gran regalo que recibes en la victoria no es el trofeo. Es el alivio”.
Ambos, símbolos importantes para el triunfo de sus respectivas selecciones, coinciden en lo mismo. La presión de jugar un Mundial en condición de favorito, y la ilusión de un país, se descarga finalmente cuando tienes en tu mano la preciada Copa del Mundo.