El tiempo pasa y, ese, no se detiene. Luis Suárez supo estar en lo más alto de la élite del fútbol a lo larga de su larga trayectoria. Desde sus inicios en su querido Nacional, hasta sus grandes actuaciones en Liverpool o Barcelona, la capacidad goleadora del ‘Pistolero’ es indudable. Pero con 36 años, se encuentra cada vez más cerca del retiro, aunque se resista.
Este lunes, Suárez se despidió de la hinchada del Gremio con un auténtico golazo desde fuera del área. Rodeado de su familia, fue ovacionado por más de 50 mil hinchas que abarrotaron el Arena do Gremio. Luego, en una entrevista con 100% Deporte, reveló la dolencia en la rodilla derecha con la que convive.
“Lo que siento es un pinchazo constante en la rodilla. Por suerte no me genera líquido porque no podría ni moverla, pero se me traba y no la puedo ni doblar. Los días antes de cada partido me tomo tres pastillas y horas antes de jugar me inyectan un Voltarén (antiinflamatorio y analgésico)”, indicó.
Además, el máximo goleador de la selección uruguaya aseguró que no planea retirarse, a pesar del constante martirio que soporta. Asimismo, su vida familiar y la relación con su hijo también se ha visto afectada.
“Ahora puedo soportar esta artrosis, pero tengo que pensar que en cinco años capaz no puedo jugar al fútbol 5 con mis amigos. La verdad es que los primeros pasos de la mañana son muy dolorosos. El que me ve piensa que es imposible que juegue un partido. Mi hijo me pide para jugar con él y no puedo”, lamentó.