Bolivia empató 1-1 con la Argentina Lionel Messi para asestarle un nuevo golpe, ya que es la primera vez que ese equipo del Altiplano se lleva un punto ante los albicelestes en partidos por eliminatorias mundialistas.
Marcelo Martins abrió la cuenta para Bolivia a los 56 minutos y Ezequiel Lavezzi igualó a los 60 para el equipo de Messi, considerado el mejor jugador del mundo por sus proezas en Barcelona de España, y que en el segundo tiempo pasó casi desapercibido.
Argentina tuvo un prometedor arranque, con Messi movedizo por el ala derecha del mediocampo, pero sus intenciones se fueron diluyendo de a poco ante una Bolivia aferrada a un plan defensivo del que no se apartó a lo largo del partido.
Eje de la gambeta impensada, Messi tejió varias jugadas de las suyas, como ocurrió a los 21 minutos cuando arrancó desde el mediocampo, se filtró entre dos defensores que lo derrumbaron pero antes la Pulga alcanzó a tocarla para Gonzalo Higuaín, quien metió la pelota al arco.
Pero en vez de dar la ley de la ventaja y convalidar el tanto, el árbitro ecuatoriano Carlos Vera anuló la jugada y cobró la infracción a Messi, quien se hizo cargo del tiro libre y la pelota dio en la barrera.
Abroquelada atrás en formada ordenada, la marca y anticipo fueron los sellos registrado de Bolivia, que dejó a Martins como llanero solitario adelante y que hizo del arquero rival Sergio Romero una figura decorativa ya que en el primer tiempo solo atajó una pelota directa con un lejano tiro libre de Rudy Cardozo.
Argentina, lejos de ejercer un dominio abrumador, olfateó sin embargo dos veces más el gol: primero con un disparo de Messi que le tapó el arquero Carlos Arias y después con un zurdazo de Javier Pastore que pegó en la base de un palo y se fue.
Poco, muy poco, para una Argentina que en la antesala del partido amenazó con demoler a Bolivia, desempolvando las cartas credenciales de gol de Messi, Higuaín y compañía y que se fue a los vestuarios envuelta en murmullos de la disconformidad que bajaron desde las tribunas.
Con el arranque del complemento, la sorpresa se instaló en el estadio con un golazo de Martins, quien se la quitó a Martín Demichelis, lo burló, esquivó la salida de Nicolás Burdisso y abrió el marcador en la primera llegada clara para Bolivia.
A partir de entonces, cada pelota que tocaba Demichelis el público lo abucheaba.
Para suerte de Demichelis y de toda Argentina, el empate de los locales llegó gracias a Lavezzi cuando recibió de Fernando Gago y con un disparo cruzado selló el empate. Fue la primera pelota que tocó Lavezzi, tras haber ingresado por Ricardo Alvarez.
Bien enchufado en el partido, Lavezzi estuvo a punto de desnivelar cuando capitalizó un pase de Higuaín y su remate fue desviado al córner por Arias.
La afición argentina, en general, le dio la espalda a la selección ya que el estadio de River Plate, donde entran 61.000 personas, lució bastante despoblado.
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