En el discurso futbolístico de Pep Guardiola existe una frase que se aleja de su romanticismo: “Nos haremos daño”. Así marcó su adiós del FC Barcelona en el 2012 después de crear al mejor equipo del mundo y al mejor Lionel Messi de la historia. El técnico entendía que cuatro años fueron suficientes para plasmar todas sus objetivos, pero también para gastar la relación con el plantel. Y así se fue. Con menos crudeza, acusó de tener “topos” dentro del Bayern Múnich por su complicada relación con el departamento médico y también decidió irse el 2016. Con estos antecedentes, se entiende que estar disputando su quinta temporada con el Manchester City obedece a que Pep está reinventado sus ideales en la Premier League.
¿Y cómo no hacerlo? Lleva 21 victorias consecutivas, de las cuales 15 son por la liga inglesa, 3 por la Copa FA, 2 por la Copa de la Liga y 1 en la Champions League. La temporada 2020-2021, desde mediados de diciembre pasado, es perfecta para los ‘Citizens’. Un dominio que ha costado, sobre todo, porque en Inglaterra también compiten el Liverpool de Klopp, el Tottenham de Mourinho, el Manchester United de Solskjaer, el Everton de Ancelotti, el Arsenal de Arteta y el Chelsea de Tuchel.
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Tras proponer y corregir en el camino, Guardiola retrocede a sus inicios y está volviendo a practicar el sistema táctico 4-3-3 en el Manchester City. Con este mismo dibujo en la pizarra alcanzó la gloria en el Barcelona hace más de una década. Ahora, su propuesta tiene a Ederson en el arco; Walker y Cancelo por las bandas y Rúben Días y Laporte de zagueros; Rodri como ancla de su volante acompañado por la orquesta de Bernardo Silva y De Bruyne; más adelante Sterling y Mahrez son los extremos que amplían el campo cuando atacan y lo acortan al momento de recuperar el balón, mientras que Gabriel Jesús juega de centrodelantero neto y da a notar su presencia.
Ayer, en una exhibición del fútbol que impone, derrotó por 4-1 (Dendoncker, autogol 15′; Gabriel Jesús 80′ y 90+4′; Mahrez 90′) al Wolverhampton en la fecha 29 de la Premier League y dejó algunas estadísticas: Pep alcanzó las 501 victorias de su carrera en 682 partidos y acrecienta hasta 77.7% su porcentaje de efectividad con el City. Con el Barcelona multicampeón alcanzó los 78.8%, y en el Bayern Múnich dominador de la Bundesliga llegó a los 79.5%.
‘Juanma’, el buen amigo
Juan Manuel Lillo ha dirigido a Santiago Acasiete en Almería, es amigo de Chemo del Solar desde Salamanca, y hoy confidente y asistente técnico de Pep Guardiola. El técnico catalán lo ha señalado a él y a Johan Cruyff como sus principales referentes. Estos dos momentos que explican la relación de ambos se dieron a inicios del nuevo siglo.
En el 2003, durante las elecciones del FC Barcelona, el candidato favorito era Lluís Bassat, quien había adelantado que Guardiola sería el director deportivo. Pep, consultado por la prensa deportiva, dio el nombre de ‘Juanma’ Lillo como el futuro técnico del club si ganaban las elecciones. Sin embargo, el ganador terminó siendo Joan Laporta, quien años más tarde contrataría a Pep como entrenador del primer equipo. El recuerdo está escrito en la biografía del técnico “Otra manera de ganar” del periodista Guillem Balagué (Editorial Córner, 2013).
El segundo momento se dio en el 2005. Lillo dejó sus aventuras en las divisiones menores del fútbol español y arribó al Dorados de Sinaloa de México. Guardiola, que jugaba en Qatar y tenía una oferta del Manchester City, se dio el lujo de ir a ser dirigido por su amigo al fútbol azteca hasta el 2006.
La presencia actual de Lillo en el comando técnico de Guardiola podría dar algunas señales de por qué se quedó en la Premier League esta temporada. Con ‘Juanma’, ha dicho, recuperó el estilo que pregonan desde que se conocieron y ha logrado mejorar en su línea defensiva, el talón de Aquiles la temporada anterior.
“Juanma nos ha ayudado mucho, sobre todo en aspectos defensivos. Sin su influencia sería imposible estar donde estamos ahora. Tiene un sentido especial para ver cosas que yo no veo o leer situaciones del partido difíciles para mí”, comentó Pep en conferencia de presa sobre su asistente técnico días atrás.
En julio del año pasado, cuando se confirmó que trabajarían juntos, el uruguayo Sebastián Abreu que también compartió con ambos en Dorados de Sinaloa soltó una frase que puede resumir mejor la relación que tienen Guardiola y Lillo: “Sí está claro que se complementarán en el City, porque su esencia es la misma. Seguro que congenian en la Premier. Para mí, resumiendo, se juntaron Einstein y Picasso”, dijo el ‘Loco’.
Lillo pudo ser crema
Todos los hinchas de Universitario recuerdan al detalle el título del Torneo Apertura 2002 con Ángel Cappa en el banco de suplentes. El argentino lideró a un plantel que remontó una diferencia de seis puntos con Alianza Lima en la tabla de posiciones, y luego lo venció en las finales (1-0, 0-0) para salir campeón.
A esta historia, sin embargo, hay que agregarle un condimento donde aparece el nombre de Juan Manuel Lillo. El español tiene el récord de ser el técnico más joven en debutar en la Liga española con 29 años de edad. Lo hizo con el UD Salamanca en la temporada 1995-1996, la misma en la que Chemo del Solar llegó al club.
Esta relación de Chemo y Lillo se selló con 36 partidos y 6 goles, según Transfermarkt, y se pondría a prueba años más tarde. En el verano peruano del 2002, Del Solar acompañado por Javier Aspauza (+), presidente de Universitario de Deportes, se citaron con ‘Juanma’ en Madrid.
La idea era proponerle que sea el técnico de la ‘U’ para aquella campaña. Lillo tenía apenas 36 años; y por ejemplo Chemo tenía 34 y el ‘Puma’ Carranza 38. La escena fue contada por el entrenador Ángel Cappa en su libro “¿Y el fútbol dónde está?” (Peisa, 2004).
“Querían contratar a un técnico capaz de encabezar un proyecto que debía terminar devolviéndole al club el prestigio internacional que alguna vez tuvo. Hablaron con Juan Manuel Lillo, entrenador español que había sido de Chemo en el Salamanca, representante del buen fútbol, pero no estaba dispuesto a la aventura. No conocía el medio sudamericano y prefirió seguir esperando una ocasión en Europa”, cita.
El desconocimiento del medio se interpusieron entre Lillo y la oferta de Universitario. El que aceptó fue Cappa, quien advirtió a Chemo y Aspauza por el respaldo económico. Y no se equivocó. Ese plantel de la ‘U’ salió campeón a mitad de años tras meses sin cobrar su sueldo.
Por su parte, a Lillo nunca le llegó la gran oportunidad en Europa. Llegó al fútbol sudamericano con el Millonarios (2014) y Atlético Nacional (2017), ambos de Colombia. También tuvo experiencias como asistente de Jorge Sampaoli en la selección chilena (2015-2016), hasta que fue rescatado por Guardiola para el City hace seis meses tras dirigir al Qingdao Huanghai de China. Hoy son la dupla que gobierna la Premier League con un fútbol estilizado y contundente, una mezcla demoledora.
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