Durante el último partido del Bayern Múnich ante Borussia Mönchengladbach, Josep Guardiola dejó su tranquilidad habitual y se le vio descontrolado. El técnico español reclamó airadamente sobre el final del encuentro.
Guardiola se dirigió furioso a Bibiana Steinhaus por el tiempo de descuento que se dio, el cual le pareció escaso debido a las paralizaciones. El español le cogió de los hombros a la cuarta árbitro y luego le agarró la mano para darle las gracias, en sentido irónico.
A Steinhaus no le agradó la acción del entrenador bávaro y lo rechazó cuando fue a disculparse. Ante este hecho, los medios alemanes señalan que Guardiola podría ser sancionado de oficio por su comportamiento.
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