París (EFE). Radamel Falcao habría decidido su salida del Mónaco por la debacle del club en torno a los temas futbolísticos y económicos. La gran propuesta en un principio por el club francés terminó por ser una ilusión para el delantero colombiano que vio como la propuesta con la que llegó a Francia se convertía poco a poco en una ilusión.
En dos años, asesorado por el poderoso agente Jorge Mendes, el multimillonario ruso Dmitry Rybolovlev invirtió 230 millones de euros en el Mónaco, un equipo que adquirió cuando estaba en Segunda División y que llevó hasta el subcampeonato francés y a disputar, de nuevo, la Champions League.
Pero de repente, cuando parecía que el club tenía más al alcance sus ambiciones, la estrategia del club ha dado un giro de 180 grados: de ser uno de los grandes inversores del fútbol europeo ha pasado a convertirse en un club vendedor.La salida del atacante colombiano Radamel Falcao al Manchester United en el último suspiro del mercado de fichajes acabó por consagrar los nuevos tiempos que corren en el Principado. Sin el también colombiano James Rodríguez, vendido al Real Madrid por 80 millones de euros, el Mónaco parece renunciar a perseguir su ambición.NO ES EL MÓNACO QUE SOÑÓ“No podemos competir con el atractivo de los grandes clubes del continente, el Madrid o el Manchester. Para eso, hace falta algo más que dinero y ambición, hace falta una gran ciudad, gente que venga al campo y estar en una gran liga”, explicó el número dos del club, Vadim Vasilyev al diario “L'Équipe”.Además, señaló que el club ha tenido que pagar 50 millones de euros a la liga francesa para poder seguir jugando ese campeonato y dijo que los patrocinadores no acudieron al club como habían calculado cuando hicieron la gran inversión de estos últimos años. Junto a esto, el estadio Luis II no rinde como se espera y ver las gradas vacías genera dudas en la directiva.
Otros motivos apuntan a los problemas de salud de Rybolovlev, quien fue operado de un tumor el pasado junio, y que el Principado de Mónaco se niega a darle el pasaporte nacional, con el que pretende protegerse de eventuales problemas legales en su país.