“Chicho Salas ha reivindicado al técnico peruano y eso en Alianza deben aprender a valorar”

Como jugador, Guillermo Salas era un lateral chiquito (1.70 mts.) pero corajudo, que disfrazaba alguna carencia con voluntad de hierro. Como técnico, su grandeza ya está a la altura de la historia de Alianza Lima. Ya es campeón. Cuatro veces celebró con los íntimos vestido de corto (2001, 2003, 2004 y 2006) y uno como entrenador (2022); ‘Chicho’, el hombre que rompe sus cuerdas vocales en cada partido, es el gran líder de un Alianza que busca este año el tricampeonato en la Liga 1 y que ya rompió la racha de 30 partidos sin ganar en la Copa Libertadores. No es ninguna exageración.

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Los números en este Apertura son increíbles e invitan a soñar: líderes absolutos con puntaje perfecto jugando en casa tras golear 3-0 a Cantolao y tres victorias en cuatro partidos de visita. A Salas no le quedó grande tomar las riendas de un club como Alianza, cuya presión aplastó -por ejemplo- a técnicos de renombre como Miguel Ángel Ruso, campeón de la Libertadores en 2007 con Boca.

“Es de la casa”, repiten en Matute. Cuando se retiró como futbolista, se quedó en el club trabajando en la formación de jugadores. En 2020 dirigió un partido como interino y lo ganó alineando cinco canteranos, y no le tembló la mano -como sí pasó con Mario Salas- para señalar a los culpables de esa fatídica temporada. Se quedó y supo ser el segundo al mando de Bustos, y cuando tuvo la oportunidad, en la recta final del Clausura pasado, no la desaprovechó: sacó bicampeón al equipo gestionando un vestuario complicado, que tenía a un Farfán ansioso, un Barcos entero y un Lavandeira resistido pero notable.

Salas se ganó el respaldo y la confianza de dirigir -y terminar- la Libertadores luego de romper la terrible mala racha de 30 partidos sin ganar. Y resulta increíble que su nombre se ensucie con rumores de una posible salida. Si al técnico del líder que llena estadios a donde va no lo quieren, ¿qué le esperaría a los otros?

Hoy, ‘Chicho’ ha reivindicado al técnico peruano, a ese que se suele despreciar. Y eso en Alianza deben aprender a valorar.