Con Barcos como killer íntimo y con ganas de clásico: lo que no se vio del triunfo de Alianza Lima en su vuelta a Matute por Liga 1

La gran noticia alrededor del partido entre Alianza Lima y Alianza Atlético en Matute era el regreso de Pablo Sabbag. El delantero colombiano partiría como titular por primera vez en lo que va del campeonato en un estadio repleto de hinchas que, en su gran mayoría, lo cuestionaron más de una vez. Sabbag, víctima de constantes lesiones en el tobillo izquierdo, ingresó a la cancha con lágrimas en los ojos no solo por haber superado aquello que lo aquejaba, sino porque nadie más que él sabe cómo extrañó jugar un partido oficial. Por su parte, Alejandro Restrepo depositó en su once titular la confianza para poder sacar un resultado positivo más que necesario para llegar motivados a la prueba de fuego: el clásico ante Universitario de Deportes.

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Previo al inicio del encuentro, el ambiente en Matute se vivió como una fiesta. Era el primer partido de Alianza Lima en casa por la Liga 1 luego de cumplir la sanción y los hinchas respondieron llenando las tribunas. Entre los asistentes, el recién fichado Matías Succar saludaba a los aficionados desde un palco y se alistaba para ver a sus compañeros. Por su parte, Salomón Libman, preparador de arqueros, saluda cariñosamente a Horacio Benincasa, defensor de Alianza Atlético y se perfilaba a ser un partido que no debería ser tan complicado para Alianza Lima. Sin embargo, pasó apuros.

A lo largo del primer tiempo, el equipo de Restrepo no parecía convencer en tanto al engranaje, los pases entre líneas y la manera de elaborar las jugadas. A medida que avanzaban los minutos, el entrenador colombiano daba indicaciones a ras de campo cada vez más inquieto, y por momentos, se sentaba en el banquillo de suplentes tratando de buscar una solución para poder ser más contundente.

Las indicaciones, principalmente, a Catriel Cabellos y Erick Noriega sobre la salida limpia y el hecho de animarse más, de ser más profundos. Finalmente, alrededor del minuto 37, se comete una falta sobre Pablo Sabbag dentro del área que el árbitro Sebastián Lozano determinó como penal. El encargado de ejecutarlo fue Hernán Barcos y, tras acertar, el estadio explotó de alegría. Restrepo, dando un grito con los puños cerrados hacia arriba, parecía respirar más tranquilo. Sin embargo, el juego no terminaba de gustar.

Hacia el segundo tiempo, otra vez Alianza Lima parecía caer en una nebulosa en la que, si bien contaba con mayor dominio de la pelota, no lograba llegar al área rival con efectividad. De hecho, a lo largo del partido tuvo apenas dos remates al arco: dos goles. Alrededor del minuto 55, el recambio de Cecilio Waterman por Pablo Sabbag confirmaban que el ‘Jeque’, si bien se encuentra apto, todavía no está para completar un encuentro y, por su parte, el panameño asumía el reto de sumar minutos luego de que en toda la semana haya sufrido de molestias musculares.

Los recambios le dieron más dinámica al cuadro blanquiazul y, tras una buena jugada de asociación entre Marcos Huamán, Catriel Cabellos y Hernán Barcos, este último terminó sentenciando el triunfo victoriano. Este gol en el minuto 84 fue gritado por todo el banquillo de suplentes de Alianza Lima, entre ellos Pablo Sabbag que volteó a celebrar junto a la tribuna occidente. Sin embargo, más allá del triunfo, los gestos de preocupación del entrenador podían asociarse con algunas interrogantes: ¿alcanzará este nivel futbolístico para sacar un buen resultado ante Universitario en el estadio Monumental?

Ya en conferencia de prensa, el estratega colombiano se refirió a que la semana para preparar el encuentro es corta considerando que restan seis días y que el día a día es una preocupación distinta. Sin duda, el once titular ya lo tiene en mente y seguramente no dista mucho del que se vio en Matute; sin embargo, lo que resta es preparar la estrategia de cómo salir a jugarle al clásico rival en su casa.