Le tocó una tarea difícil: dirigir de manera interina a Alianza Lima en medio de una minicrisis generada por la suspensión de seis jugadores y la renuncia de Guillermo Sanguinetti. Gustavo Roverano, igual, aceptó el reto. El premio lo obtuvo hoy al vencer 1-0 a Universitario en el clásico del Torneo Apertura. Por eso se quebró al final del partido.
Con las lágrimas a punto de escaparse de sus ojos, Roverano explicó la importancia del triunfo ante los cremas gracias al golazo de Carlos Preciado. “Es una alegría enorme, que no se puede describir. Se me viene al recuerdo...”. [Se le quiebra la voz, pero continúa]
“Salí de esta institución. He sufrido mucho el tiempo que salí de aquí. Y regalar esta pequeña alegría, sé que es grande porque ganarle a Universitario no es cualquier cosa. No era fácil agarrar el equipo, más allá de que sabía que era la persona indicada”, agregó.
En declaraciones a CMD, Roverano declaró sentirse “contento” por el trabajo de los jóvenes valores del equipo. “No es fácil jugar un clásico. No era fácil, eran nueve jugadores menos. Hemos apelado a todo tipo de motivación. La verdad que aparte de haber jugado y metido, jugamos bastante bien”, sostuvo el entrenador íntimo.
Finalmente, explicó por qué cambió a Carlos Preciado sobre el final. El colombiano había sido la figura del partido. “Saqué a Preciado porque estaba cansado. No necesitaba atacar más, necesitaba defender. Decidí cambiarlo para poner un volante”, dijo Roverano.
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Edison Flores desperdició de manera increíble el empate (#VIDEO) ⏩ http://t.co/zEas19VT5g pic.twitter.com/saazSisBmm— DT El Comercio (@DTElComercio) May 25, 2015