A puertas de un nuevo amistoso de la selección, que luego de alcanzar el subcampeonato de la Copa América se ha mostrado irregular, nuestro querido torneo continúa con los mismos problemas de siempre. Mientras en la Blanquirroja se habla del comportamiento de Cueva y una posible sanción a Paolo Guerrero, aquí en el Clausura los inconvenientes son figuritas repetidas.
Sin mejorar el nivel futbolístico, el campeonato se volvió más atractivo teniendo a Universitario, Alianza y Cristal peleando arriba. De hecho, el último clásico tuvo un marco importante y emoción a partir de que la punta estaba en juego. En la cancha del Monumental, lo entregado por ambos equipos fue bastante discreto.
Sin embargo, en medio de esa efusividad desde la estadística, llega la fecha FIFA para restar lo ganado. Durante estos días, en las ligas más importantes del mundo, como la española, inglesa, italiana, alemana, entre otras, se deja de jugar. No solo a manera de apoyar a sus combinados nacionales, también para que la expectativa de siempre se mantenga.
¿Se imaginan que un Real Madrid-Barcelona se juegue sin Eden Hazard, Sergio Ramos, Lionel Messi, Luis Suárez y compañía debido a que están convocados en sus países? Imposible. Y, salvando las grandes distancias que existen, aquí debería pasar igual.
Para el ‘U’-Cristal del próximo sábado, los cremas –líderes del Clausura– perderán a siete futbolistas, incluido Alberto Quintero, hoy lesionado, que estaba en la convocatoria de Panamá. En tanto, los celestes no podrán contar con la misma cantidad de futbolistas por el tema de selecciones. Ambos clubes aportan jugadores a la mayor y Sub 23. Así, sin sus planteles completos, Ángel Comizzo y Manuel Barreto deberán salir a disputar un partido más que clave para el título.
Es cierto que el nuevo calendario le dio orden al Descentralizado, que vivía en caos entre los partidos de mitad de semana, más los postergados por ene motivos. No obstante, para este tipo de situaciones, en las que la atención está en el equipo de Gareca, el sentido común debería primar, así como el beneficio del espectáculo. Que se busquen fechas alternativas cada vez que la selección tenga compromisos no parece algo tan complicado, al tiempo que termina siendo justo para todos los equipos y se evitan conflictos con la Bicolor.
“Hay jugadores que se pierden el 30% de partidos con sus clubes. Después los clubes tendrían que evaluar si les conviene o no contratar jugadores de selección si sigue esta medida. Es un tema muy profundo”, declaró hace unos días Manuel Barreto, técnico de Cristal.
Es verdad que las reglas estaban sobre la mesa desde un inicio, pero al entrenador rimense no le falta razón en su protesta. Si queremos tener un mejor producto, ni siquiera la Copa del Mundo de Rusia ayudó para esto, se debería comenzar a cuidar estos pequeños grandes detalles.