Tres días después de la decisión de separar al comando técnico liderado por Roberto Chale y José Carranza, la única certeza en la 'U' es el perfil. Por el nombre hay rumores, sospechas. Casi 20 CV de entrenadores de distintas nacionalidades -argentinos y uruguayos, básicamente-, un par de conversaciones en Lima y después, lo normal en estos tiempos cuando un club grande se queda sin técnico: e-mails, chats de FB, audios de whatsapp. Nada que sorprenda. “Ahora toca tener mucha paciencia y, sobre todo, inteligencia”, dice César Vento, gerente general, en una radio local, a pocas horas de viajar a Argentina. “Nada está escrito en piedra pero sí, tenemos un perfil de lo que buscamos”, responde Juan Carlos Ortecho, gerente de comunicaciones, sobre la gran pregunta de estos días: ¿quién dirige a la ‘U’ hasta diciembre?
► Leonardo Astrada habló sobre dirigir a Universitario de Deportes Propuestos –se nota- abundan. El perfil es uno solo. Es este. Un técnico joven en condición de ‘libre’La edad no garantiza éxito solo experiencia. Evaluados los últimos 6 meses y, básicamente, la tendencia en Sudamérica, la intención de Universitario para el viaje a Buenos Aires incluye conversaciones con técnicos relativamente jóvenes con quienes haya coincidencia en el nuevo plan: un equipo (más) agresivo, de mejor estado físico, con presencia de muchachos de las inferiores. En este sentido, el rango es amplio. Apellidos sobran. El otro requisito tiene que ver con el presupuesto: un entrenador con contrato vigente obliga a pagar cláusulas, es decir, dinero. La eliminación en la Copa también borró la billetera. El técnico que venga debe estar en condición de ‘libre’. Un líder para un vestuario pesadoLa foto es así: a un lado Aldo Corzo y Alberto Rodríguez, dos seleccionados peruanos. De ‘9’, Luis Tejada, capitán de su equipo nacional. Más allá, Raúl Fernández y John Galliquio, campeones con el club. Y como responsable natural del camarín, Juan Manuel Vargas, con todos sus problemas y virtudes. A ese grupo enfrentará el nuevo entrenador, por lo que la idea es encontrar alguien con el suficiente arrastre para convencer a un plantel que la Libertadores post Capiatá terminó… hace un mes. Cada jugador puede recuperar su mejor nivel, pero eso no garantiza que el equipo camine mejor. Las piezas de un Lego son solo eso, ladrillos. Solo cuando se juntan pueden construir figuras imposibles. Un obsesivoLa mejor definición está en el archivo. Es una frase de José Carranza, post goleada con Emelec en casa y de visita. Era la Copa Sudamericana 2016. “Nunca vimos videos de Emelec. Nos sorprendieron”. En la ‘U’ no quieren más equipos ciegos. Competir así es imposible.
► Roberto Chale: un repaso en fotos a su carrera como técnico Un entrenador escudoAunque no resisten comparaciones, los últimos dos técnicos campeones con la ‘U’ fueron pararrayos: Reynoso en 2009 y Comizzo en 2013. A su manera, el equipo del hoy entrenador de Melgar respondía a sus particulares modales y cualquier crítica a jugadores puntuales –caso Piero Alva, caso Calheira– eran canalizados a través de la personalidad de Reynoso, clave para sostener un vestuario que salió campeón pero padeció no solo de la crítica por su juego austero; también por la crisis económica que ya gobernaba a la ‘U’. Lo de Comizzo se repitió desde otro modelo: era él el que hablaba –“Alianza es como Boca porque es el segundo grande”–, él quien criticaba –“No pueden jugar en altura, mejor vayamos a la Luna”–, él quien se peleaba –“Gómez es como un hijo para mí”–. Se busca un entrenador escudo, un profesional con las suficientes espaldas para encarar un año político y deportivo que hoy no tiene a la ‘U’ entre sus favoritos.
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