Roberto Mosquera logró la hazaña con el Jorge Wilstermann en Brasil por la Copa Libertadores y se regresó con un regalo especial. El entrenador había encargado a un compañero conseguir la camiseta de Cruzeiro para llevársela como recuerdo, ya que ahí jugó uno de sus ídolos: Roberto Batata.
El equipo boliviano empató 0-0 ante el Atlético Mineiro y avanzó a cuartos de final de la Libertadores, debido a que en el partido de ida había ganado por 1-0. A la indudable alegría que generó este hecho en el técnico, se le sumó que pudo regresarse con la camiseta que tanto quería.
Roberto Batata, fallecido delantero de Cruzeiro, fue campeón de la Copa Libertadores en 1976. Roberto Mosquera no fue el único que volvió a Cochabamba con la camiseta de Cruzeiro, el zaguero Alex Silva (que tuvo un paso por el club brasileño) y el cónsul de Bolivia también recibieron el regalo.