La selección peruana logró empatar sin goles ante Marruecos, semifinalista de la última edición de la Copa del Mundo, tras un duelo en el que se vio superada la mayor parte del tiempo pero en el que exhibió solidez defensiva e intensidad.
Empezaron ambos conjuntos espesos, con poco ritmo en la circulación y sin mirar a portería. Así fue hasta que el cuadro africano se animó a arriesgar un poco más en sus pases y a apostar por la verticalidad. Esa mayor vocación ofensiva trajo ocasiones, algo que agradeció el partido.
Así, una pérdida en la salida de balón peruana acabó en un centro desde la izquierda que a punto estuvo de desviar hacia la portería Aboukhlal. Más clara fue, sin embargo, la que tuvo poco después En-Nesyri. El ariete del Sevilla, tirando de olfato en el área, se adelantó a su par para rematar en el primer palo una gran asistencia de Mazraoui. Gallese, exhibiendo reflejos, desvió a córner.
No fue la última de los de Regragui antes del descanso pues Ziyech, desde la media luna, culminó con un disparo alto. Mientras Perú, invisible en ataque, se mantenía seria atrás pese a la concesión de acercamientos con la confianza de encontrar su momento a lo largo del choque.
Este llegó justo a la vuelta del descanso, cuando dio un paso adelante que desconcertó a Marruecos durante varios minutos. Acabaron reaccionando los norteafricanos, avisando con un intento de Ziyech que rozó la escuadra y sirvió de aliciente para intentarlo aún más.
De esta manera, volvieron a hacerse con el control y a proponer más que el contrario. Pero no lo suficiente para llevarse el triunfo en un choque que no tuvo mucha más historia y que terminó con Zambrano y Boufal expulsados por enfrentarse tras una falta al borde del área de Perú.
EFE.