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Dentro del Country Club, en el corazón de San Isidro, se arma un improvisado ring de boxeo. Leo Rojas se pone los guantes, Julio César Uribe se cuadra en la otra esquina y Juan Carlos Oblitas separa a ambos en medio como árbitro de la pelea. En unas horas, la selección peruana se enfrentará a la Argentina de Diego Maradona y Carlos Salvador Bilardo, pero en la concentración solo importa no dar golpes bajos. Comienza la lucha y Roberto Chale, técnico del combinado, no deja de aplaudir y reírse. El resto del plantel acompaña dando hurras para distender los ánimos. El saludo de manos al final entre los pugilistas blanquirrojos solo demuestra la unión del grupo. Por la noche, por si hacía falta, el equipo completo se presenta en un Café Concert de Miraflores, donde dará un espectáculo una vedette argentina. Y más tarde, la fría madrugada limeña termina con una escena que marca a fuego el día que tendrá Luis Reyna.
-¿Estás bien, Lucho?
-Sí, doc. Todo bien.
-Pudiste dormir bien.
-Como una piedra, doc. (*)
El ‘doc’ es Jorge Alva, médico de la selección peruana. El momento sucede en los pasillos del club, que ha recibido los agasajos de una boda exclusiva. ‘Como una piedra’ significa que ‘Cachete’ Reyna no ha dejado de pensar en el Rey. El Rey es Maradona y hoy en el Estadio Nacional de Lima verá sucumbir a su monarquía.
El Perú-Argentina de 1985 ha sido retratado en reportajes, libros y documentales. Tiene mil versiones y una sola verdad. Destituido Moisés Barack en el cargo, Roberto Chale aceptó el puesto de director técnico ante la negativa de Marcos Calderón y la premura de la Federación por no contratar a José Fernández Santini.
El ‘Niño Terrible’ puso su astucia en juego con la movida más arriesgada de la época: anular a Maradona. En esas mismas Eliminatorias, se intentó frenar a Diego en Venezuela y Colombia sin éxito. Lo que hizo Perú no se trató de armas secretas ni conspiraciones de Estado. Chale intuyó, Reyna actuó, y tras 35 años traemos la prueba que aquella tarde en el José Díaz fue todo el equipo el que puso el hombro para contener al mejor jugador del momento.
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