A Juan Reynoso le creo. Cuando explica por qué no llama a jugadores de Melgar y cuando define como “incongruencia” el hecho de derrumbar todo lo construido en el proceso anterior de la selección peruana. Le creo en sus gestos de acercamiento a la prensa deportiva y también cuando confirma que, al margen de ser etiquetado como “revolucionario”, su primera estrategia será descartar cualquier posibilidad de borrón y cuenta nueva.
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A pesar de su histórico apelativo, Juan Máximo ha decidido no ponerse ‘Cabezón’ en su primera convocatoria. Que casi el ochenta por ciento de los futbolistas llamados hayan disputado el último repechaje ante Australia confirma una hoja de ruta de continuidad.
Es sintomático, además, que Reynoso haya presentado una lista alternativa para crecer “el universo seleccionable”.
El técnico de la bicolor entiende que la base formada por Gareca lleva casi cinco años de rigor y exigencia. Que más allá de la molestia que puedan exhibir algunos hinchas en redes sociales, este llamado está sintonizado con los informes del proceso interior y que, además, Juan Máximo es otro apóstol de la big data (llámese mediciones numéricas a los rendimientos de los futbolistas). Reynoso mencionó más de una vez la palabra “GPS” en su conferencia. Ergo: para ser seleccionable no solo debes tener el aplauso del fanático un domingo en Matute, Ate o el Gallardo, sino que también debes elevar el estándar de la exigencia física. Con lo que tiene el promedio de futbolistas de la Liga 1 no alcanza para garantizar una correcta competencia en el máximo nivel.
Le creo a Reynoso cuando dice que no quiere recargar el momento deportivo de Melgar (precisamente uno de los pocos clubes peruanos con números postivos en los análisis de estos tiempos) o cuando explica que todavía no descarta a Guerrero.
El ex capitán de la bicolor, en lugar de dar un golpazo en la mesa para modificarlo todo, ha preferido exhibir una inteligente coherencia y respetar el legado del último proceso. Dicen que escoba nueva barre bien, aunque Juan Máximo haya preferido, esta vez, solo desempolvar un poco la sala y sacarle brillo a los utensilios. Los muebles están en el mismo lugar, la pintura no cambia de color.
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