Durante los últimos meses, el principal riesgo al que se han enfrentado las empresas para un retorno seguro al trabajo presencial es al contagio de sus trabajadores con el virus del COVID-19 y sus variantes.
Por ello, los programas integrales de salud ocupacional se han vuelto aún más importantes y necesarios con la finalidad de tener un lugar de trabajo saludable y seguro; incluso, se necesita tener mayor fiscalización en el cumplimiento de la normativa vigente, de los planes de vigilancia, exámenes ocupacionales determinados por la Ley Nº 29783 de Seguridad y Salud en el Trabajo, señala la Dra. Liz Cornejo, coordinadora médica de Pulso Salud.
Esta especialidad médica es considerada como un pilar fundamental en el desarrollo de un país, porque está dirigida a la promoción y protección de la salud de los trabajadores y a la prevención de accidentes laborales y enfermedades causadas por los riesgos de las diversas actividades económicas.
De acuerdo con la Dra. Cornejo, el principal objetivo de la salud ocupacional es velar por la salud de los trabajadores, ya que el recurso humano es la base fundamental de una organización.
MIRA: Precios del paladio y oro avanzan luego de sanciones más severas contra Rusia
“Cuidar de las personas de forma integral es indispensable para cualquier compañía, y este debe implicar no solo la salud física y mental del personal directo, sino también a su entorno familiar, ya que todo ello tiene repercusiones en su bienestar individual, y en un desempeño exitoso en la empresa”, refiere.
En ese sentido la especialista señala cinco razones por las que las empresas deben implementar programas integrales de salud ocupacional:
- Promueve la prevención de la salud. Porque concientiza a los empleadores y colaboradores acerca de la importancia de los chequeos médicos regulares y el estilo de vida saludable para evitar el desarrollo de patologías.
- Previene enfermedades. Al realizar exámenes recurrentes sobre el estado de salud de los colaboradores es posible disminuir el riesgo de desarrollo de condiciones que tienen un gran impacto en su salud, como el síndrome metabólico, diabetes, hipertensión arterial, el cáncer, entre otros. Además, permite prevenir y mitigar los riesgos para la salud, incluidos los derivados de las nuevas modalidades de trabajo, como resultado del COVID-19.
- Mejora la productividad. Esto se debe a que, con colaboradores sanos, se disminuye el ausentismo laboral y, en consecuencia, es posible cumplir con todas las actividades y objetivos de la compañía.
- Fomenta un compromiso y lealtad del colaborador hacia la empresa. Ya que estos se sienten cuidados y seguros ante cualquier emergencia.
- Contribuye en un clima laboral adecuado. Debido a que aporta en el bienestar del trabajador, su entorno laboral y social, tanto a nivel físico como mental.
Asimismo, la Dra. Cornejo resalta la importancia de tener una gestión de salud ocupacional efectiva capaz de mantener la fuerza vital de las empresas y, por ende, la oportunidad de seguir adelante de la mano de sus colaboradores.