La sangría de lotes de hidrocarburos continúa. Mientras Perú-Petro y el sector privado debaten la mejor manera de reanimar la inversión petrolera, más empresas devuelven lotes al Estado. Solo en el 2016 se registraron 15 contratados terminados, mientras que en el 2017 se registró uno más: el 135, de Pacific Exploration. Pero hay más malas noticias, esta vez en el campo del gas.Follow @EconomiaECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Día1 supo de fuentes fidedignas que la petrolera estadounidense Hunt Oil ha iniciado el proceso de abandono del lote 76 (Madre de Dios), considerado por los expertos en hidrocarburos como un segundo Camisea.
La petrolera planearía devolver el lote en junio o julio de este año, tras cumplir las formalidades requeridas para estos casos. ¿Por qué habría tomado esta determinación?
PERFORACIÓN FALLIDATodos los expertos en hidrocarburos concuerdan en que el lote 76 posee un enorme potencial de gas. Según el Libro Anual de Reservas de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas, el lote alberga 8,7 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural en recursos prospectivos.
Algunas publicaciones incluso especularon que podría albergar tanto gas como tres Camisea.
Para demostrar esto, sin embargo, es necesario perforar. Y eso fue lo que hizo Hunt a finales del 2014.
Lamentablemente, el pozo perforado no encontró su objetivo. Debido a ello, la estadounidense decidió hacer un paréntesis de hasta dos años en la exploración para volver a evaluar el proyecto. A ese efecto, solicitó y obtuvo del Gobierno una extensión de tres años a su contrato (del 2015 al 2018) hasta acumular 10, máximo permitido por ley en fases de exploración.
Al 2017, sin embargo, la petrolera solo habría cumplido con reprocesar la información del lote, pero no tendría tiempo para perforar otro pozo -como exige su contrato-, por lo que preferiría devolverlo.
Para exploración Hunt Oil preveía perforar hasta 8 pozos en el lote 76, con una inversión de US$745 mlls. en un plazo de 7 años. Perúpetro puntualiza que concedió a la estadounidense una extensión de tres años a partir de agosto del 2015. La agencia señala que planea ampliar los plazos de los contratos de exploración ( de hasta 10 años hoy), previa revisión de los términos contractuales y planes de trabajo.
COSTO LOGÍSTICOSegún expertos en hidrocarburos, el abandono del lote 76 refleja no solo las dificultades geológicas a las que se enfrentan las empresas que perforan pozos en la selva, sino también las trabas logísticas.
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Bárbara Bruce (quien fuera gerenta general de Hunt Oil en el Perú) dijo a Día1 en diciembre del 2015 que la perforación del primer pozo en el lote 76 costó US$160 millones.
De acuerdo a estimaciones de las empresas petroleras, la logística representa más de la mitad de la inversión requerida para perforar pozos en la selva. Y de ese monto, la mayor parte corresponde al transporte de equipos y personal por helicóptero.
Ello, debido a que la legislación ambiental impide a las empresas petroleras abrir vías de acceso en la Amazonía.