(Reuters). Los precios del cobre se encaminaban el viernes a su máximo incremento semanal en más de 35 años, dado que las expectativas de un mayor gasto en infraestructura en Estados Unidos tras el triunfo electoral de Donald Trump y la firme demanda desde China sacaron al mercado de metales de años de clima bajista.Follow @EconomiaECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
El cobre en la Bolsa de Metales de Londres trepaba 5,7 por ciento a 5.923 dólares a las 1150 GMT, acumulando siete sesiones consecutivas de alzas y más de un 15 por ciento de aumento en la semana, camino a su mayor avance semanal desde 1980, según datos de Reuters.
El metal rojo ha sido impulsado por un incremento en los precios del acero y el carbón en China, además de una perspectiva que emergió antes de la sorpresiva victoria de Trump que indica que el panorama para el cobre en 2017 será mejor de lo esperado.
Los comentarios del presidente electo de Estados Unidos en su primer discurso luego del triunfo, en los que destacó que aumentará el gasto en infraestructura, alentaron aún más las compras del metal.
Los precios del cobre en Londres pasaron de aprestarse a terminar el año planos hace tres semanas, a aumentar un 25 por ciento a más de 5.800 dólares por tonelada, su nivel más alto desde julio del 2015. El viernes la cotización trepaba por encima de los 5.900 dólares.
“Creo que estamos saliendo de un mercado bajista y nos adentramos a un mercado alcista para el cobre. Cambié al enfoque alcista hace un mes”, dijo el analista de UBS Daniel Morgan, en Sídney.
El ritmo de los avances se magnificó por compras de fondos, muchos de China, luego de que los precios superaron esta semana una barrera de resistencia semanal que había arrastrado a la baja al cobre en los últimos cinco años, dijeron operadores.
La demanda de cobre desde China, el principal consumidor del mundo del metal, ha resultado más fuerte de lo esperado, mientras que los analistas además están revisando a la baja las previsiones de suministro minero para 2017.