“Fanbase cambia el paradigma de las redes sociales”. Así lo afirmaron Ramiro Cánovas y Julián Bravo, cofundadores de la agencia de desarrollo de software ConsultR e impulsores de la aplicación. Los emprendedores argentinos se sumaron al proyecto, ideado por el productor musical estadounidense Isaac Hayes III, también conocido por su carrera discográfica como Ike Dirty, y lo transformaron en un negocio.
Mientras que las plataformas tradicionales están basadas en la publicidad y los influencers monetizan su trabajo mediante alianzas con marcas, Fanbase apunta a otro objetivo: que los usuarios obtengan ingresos directamente por la generación de contenidos. “Hicimos un trabajo digital para una película de producción independiente en Estados Unidos y uno de los productores, que estaba muy involucrado en el área de entretenimiento, nos presentó con Isaac. Él tenía esta idea disruptiva, nos involucramos, nos asociamos y empezamos a hacerla crecer”.
Un equipo fundador
Cánovas y Bravo se conocieron en el jardín de infantes. En 2012, a sus 30 años, decidieron emprender juntos en el ámbito del desarrollo web, y le dieron forma a ConsultR, a la que ambos definen como “una empresa desarrolladora de software con la capacidad de convertir proyectos en negocios exitosos”. Tres años después inauguraron sus primeras oficinas en el barrio porteño de Palermo y en la ciudad de Atlanta, en Estados Unidos.
“En 2007, Ramiro se mudó a Estados Unidos, lo cual fue un golpe bastante fuerte para mi, y buscamos una excusa para vernos de forma más frecuente. Mientras yo venía del rubro publicitario, él, del mundo técnico; y así unimos nuestras experiencias para brindar servicios desde la Argentina a clientes de Norteamérica”, señaló Bravo.
Desde ConsultR, los jóvenes se enfocaron inicialmente en el desarrollo de webs para restaurantes y peluquerías barriales, para luego dar lugar a un modelo que incluía, más allá del codeo, la gestión de ideas, el prototipo y el desarrollo de productos, y el mantenimiento. Para 2020, tenían un equipo conformado por 12 personas y postpandemia, el negocio explotó: hoy reúnen a más de 50 colaboradores, con la proyección de duplicar el número en el transcurso de este año.
“Nos especializamos en el trabajo con startups. Estamos en una etapa en la que elegimos los proyectos y optamos incluso por asociarnos en algunos. Queremos seguir creciendo con startups como Fanbase y con la generación de productos propios bajo el modelo Saas (software as a service)”, explicó Bravo.
A su vez, Cánovas indicó: “Tuvimos una oficina en Chile y otra en Brasil, pero todos los caminos conducían a Estados Unidos”. De acuerdo con el ejecutivo, la clave está en el tamaño del mercado: “Si bien esto dificulta la diferenciación, también permite que los productos tengan más potencial de crecimiento”. Hoy, ConsultR trabaja para reconocidas marcas como Taco Bell, Dunkin Donuts, KFC y Pizza Hut. De todos modos y a lo largo de estos años, también sumó clientes en otras regiones, entre los que figura Unicef, agencia para la que diseñó una aplicación que permite medir el grado de inclusión de la mujer en las empresas.
Un objetivo: alcanzar la rentabilidad
“En el segundo año del proyecto de Fanbase, Isaac tomó la decisión de buscar inversión a través de la plataforma de crowdfunding Start Engine. En dos días alcanzamos US$1 millón y a lo largo de dos años y medio levantamos US$10 millones, mediante el aporte de más de 14.000 inversores, muchos de Estados Unidos, pero también de otras partes del mundo, incluida la Argentina”, precisó Cánovas. Entre ellos resaltan diferentes figuras prominentes del rap, como Snoop Dogg, Will.i.am, Jermaine Dupri, Killer Mike, Charlamagne Tha God y Kandi Burruss. De esta manera, Fanbase elevó su valuación inicial de US$85 millones a US$160 millones.
Este año, Fanbase activó una segunda ronda de inversiones, mediante la que apunta a recaudar otros US$17 millones. “El objetivo es alcanzar un crecimiento 4X durante este primer año, mientras que, a tres años, apuntamos a tener un negocio completamente rentable que arroje ganancias”, explicó.
Un modelo de funcionamiento
La plataforma se sustenta sobre un modelo freemium: cualquier persona puede crear una cuenta, cargarla de contenido y obtener un revenue por ello. Los usuarios tienen dos maneras de generar ingresos: mediante la publicación de contenidos exclusivos, por los que otros usuarios podrían abonar, y mediante la recepción de “loves” en cada posteo. En la práctica, los “loves” equivalen a los clásicos “likes” de Instagram, aunque para expresarlos, los seguidores deben abonar un monto. “En tan solo una semana, muchos creadores de contenido generaron más ingresos que durante 10 años de presencia en Instagram”, precisó Cánovas.
Fanbase incluye diferentes verticales de contenidos, como imágenes, videos y stories, a la vez que un abanico de conversaciones sobre diferentes temáticas, de las que cada usuario puede participar o que puede incluso iniciar. Además, incluye una herramienta que permite a los usuarios migrar su contenido desde Instagram y TikTok.
Presente en 190 países y con una base de 600.000 usuarios, la plataforma salió ahora al mercado con su primera versión en español y prevé superar el millón de usuarios para este año. “Le vemos mucho potencial en el mercado de América Latina. Muchos usuarios son de la región y la población de origen hispano en Estados Unidos supera los 60 millones de personas. Además, si un usuario en Estados Unidos recibe US$100 o US$500 al mes, la cifra es relevante, pero para un residente en Argentina, es aún más significativa”, resaltó Cánovas.
De acuerdo con la organización DataReportal, el número de usuarios de redes sociales ascendía a 4760 millones en 2023; mientras que, según la firma HubSpot, este se configuró como el canal preferido para las acciones de marketing de las compañías. En sintonía, para la agencia creativa We Are Social, el 45% de los usuarios de Internet recurre a las redes sociales cuando buscan productos o servicios. Datos de mercado, relevados en el último estudio de The Influencer Marketing Factory, exhiben que TikTok (24%) lidera el ranking de plataformas en las que creadores estadounidenses generan ingresos, seguida muy de cerca por Instagram (22%).
Fuente: GDA / La Nación
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