Según un estudio global realizado por Microsoft en julio de 2022, el 87% de los empleados afirman que son más productivos en el trabajo. Sin embargo, el 85% de los líderes aseguran que el cambio al trabajo híbrido ha dificultado confiar en que sus empleados son productivos.
El éxito de esta modalidad de trabajo recae en el nivel de compromiso que ambas partes mantienen durante la virtualidad. Mientras que los colaboradores deben mantenerse organizados y cumplir con los objetivos propuestos, la compañía tiene que asegurar que las personas se sientan a gusto laborando, que los procesos funcionen bien y que la motivación del equipo se mantenga a largo plazo. Esto evitará el cansancio, la fatiga o los problemas de horario que, indudablemente, afectarían su productividad.
Por ello, para contribuir con un mejor balance entre el trabajo y la vida, los expertos de Crehana brindan las siguientes recomendaciones para mejorar la productividad entre las organizaciones y el home office.
1. Tracen objetivos y metas en conjunto
Estos objetivos no deben ser complicados, se trata de plantearse cosas que estén seguros de que pueden realizar en el periodo de una semana. Por ejemplo, asistir a un webinar, completar alguna tarea específica, terminar proyectos que se llevan desarrollando por semanas o solo revisar las redes sociales por una hora diaria.
2. Motívalos a priorizar sus tareas
Sin duda, todas las actividades o funciones cumplen un rol importante para determinados procesos. Sin embargo, no todas cuentan con el mismo plazo para ser presentadas. Por eso, es necesario determinar cuáles tareas son más urgentes para administrar sabiamente los horarios. Esto ayudará a que las personas se sientan más relajadas y no enfoquen todo su día solo al desarrollo de actividades laborales, lo cual también les permitirá alcanzar el equilibrio ideal entre su vida y el trabajo. Incluso, es recomendable que utilicen como estrategia la matriz de Eisenhower para realizar esta organización.
3. Ayudarlos a aprender a decir “no”
Tanto en el campo laboral como en la vida cotidiana, hay ocasiones en las que amigos o compañeros de trabajo pedirán apoyo en ciertas tareas o actividades específicas. Por ello, es importante evaluar y valorar el tiempo, ya que sobrecargarse puede llevar a situaciones de estrés. Además, realizar distintas tareas en simultáneo puede significar que no se brinde el 100% a ninguna de ellas o no se cumplan con algunos de los compromisos aceptados. Aprender a decir “no” es fundamental para el balance entre vida y trabajo, pues los ayudará a establecer límites que contribuirán a su tranquilidad y paz mental.
4. Establecer tiempos de desconexión
Trabajar más no quiere decir ser más productivo. Al contrario, para que el cuerpo tenga más energía y se sienta mejor, es fundamental descansar de la carga laboral o actividades de estudio. Así que lo ideal es que cada persona distribuya bien su tiempo para dedicar determinadas horas al trabajo y otras al entretenimiento u ocio.
5. Enseñarles a pedir ayuda cuando lo necesiten
Algunas personas por más que tengan muchas cosas que hacer, prefieren no decir nada e intentar solucionar todo por cuenta propia. Es clave que el talento comprenda que no está mal pedir ayuda y que, en situaciones específicas, es lo mejor que pueden hacer. Para poder alcanzar un balance entre vida y trabajo, una de las acciones que deben empezar a practicar es el pedir ayuda a sus amigos o equipo de trabajo, así podrán cumplir todas en los plazos establecidos.
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