Luego de que el ministro de Transportes y Comunicaciones, José Gallardo Ku, no supiera explicar la postergación del inicio de las transmisiones de televisión digital (TDT) ayer por la mañana, el viceministro de Comunicaciones, José Luis Pérez Reyes, rompió el silencio sobre el tema y envió en un correo electrónico a El Comercio las razones que los llevaron a tomar esta decisión: el mercado no está preparado.
Según detalló, no hay una suficiente penetración de receptores habilitados para la señal digital - es decir televisores o equipos decodificadores que se conectan al televisor tradicional para poder recibir ese tipo de señal - y eso significaría que quienes inicien la transmisión digital no tendrían garantizada una recepción masiva cuando se dé el apagón analógico.
“El mercado no está preparado para un cambio exclusivo hacia la TDT (televisión digital terrestre) en este momento por la falta de penetración de receptores habilitados con el estándar ISDB-T. Los radiodifusores que migran bajo la modalidad de transición digital directa, al iniciar las transmisiones con tecnología digital, quedarían prácticamente sin audiencia, siendo imposible recuperar la inversión realizada para transmitir en TDT”, señaló.
¿POR QUÉ NO ESTAMOS LISTOS?
Para poder transmitir programas de TV en señal digital se necesita que quienes lo graban y lo emiten utilicen un determinado tipo de equipos y que quienes lo reciben estén preparados para recibir dicha señal. El proceso tiene un costo y por eso se estableció un plazo para que tanto emisoras de TV como usuarios finales estuvieran listos.
¿Qué pasó en el Perú? La explicación de Pérez Reyes es que los emisores se han preparado, pero los televidentes aún no están listos. La gran pregunta que queda hoy pendiente es si se hizo - a nivel de políticas de Gobierno- todo lo necesario para que los usuarios tuvieran las facilidades debidas para hacer la migración y renovar TV o adquirir un decodificador a un precio accesible.
¿Qué va a pasar ahora? El primer clamor de la industria es poner el acelerador en términos de políticas e impulsar la adopción de equipos receptores, lo cual implica facilitar la fabricación local de los mismos o su importación a precios accesibles para los estratos C y D.