A diferencia de otras festividades, la Navidad es la fecha más lucrativa para las empresas de consumo masivo y los grandes almacenes. Es por ello que desde fines de noviembre, o hasta antes, nos comienzan a bombardear de publicidad para comprar sus productos o asistir a sus locales.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Pero no siempre fue así. Dándole un vistazo a la publicidad gráfica del siglo pasado que está en el archivo histórico de El Comercio, podemos ver que -conforme han avanzado los años- los anuncios de Navidad han tomado mayor protagonismo y que la forma cómo se llega al consumidor ha cambiado.
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