G. D. Lengachger pensó que lo había hecho todo bien -financieramente- cuando se casó con su segunda esposa en 2013.
Con el fin de prepararse para compartir sus cuentas bancarias, como su vida entera, la pareja calculó sus ingresos y gastos y preparó un presupuesto conjunto todo un año antes del matrimonio.
Pero eso no fue suficiente. Pronto se vieron sorprendidos por los costos de mantener a una familia conjunta de siete personas.
“Todo empezó cuando la casa de mi esposa no se vendió tan rápido como creíamos”, dice Lengacher, de 46 años, quien vive en Indiana, Estados Unidos y produce un podcast semanal acerca de sobrevivir al divorcio.
“También subestimamos enormemente el monto de las cuentas por los servicios de agua, electricidad, etcétera, como familia combinada”. “Añádase a eso el costo de tener a tres hijos en la universidad y pronto resultó obvio que habíamos sido demasiado optimistas en nuestras estimaciones presupuestarias”, cuenta.
La pareja ajustó el presupuesto y alquiló la casa en vez de venderla. “Esto eliminó la presión financiera de tener que pagar otra hipoteca”.
Los segundos (o terceros o cuartos) matrimonios son bastante comunes, como son los desafíos financieros que generalmente implican.
En Estados Unidos, el 12% de los hombres y el 13% de las mujeres se han casado dos veces, y el 3% de los estadounidenses lo han hecho tres o más veces, según el organismo encargado de llevar el censo de población.
En Reino Unido, cerca del 37% de todos los casamientos que ocurren cada año no son primeras nupcias, según la Oficina Nacional de Estadísticas.
Intentar alcanzar la felicidad en matrimonio -de nuevo- es un camino plagado de obstáculos, en particular cuando se trata de las finanzas.
¿Qué se requiere?
Trabajar en los detalles de combinar dos familias que operan en forma separada.
Eso significa ponerse de acuerdo en cómo funcionarán las cosas financieramente, así como en la forma en que se administrará el hogar y se criarán los hijos, si es el caso.
“Hasta cierto punto, lo que estás creando en un negocio operativo”, dice Julia Chung, especializada en planificación financiera y de bienes raíces de la firma Facet Advisors, en Canadá.
“Son dos negocios que están siendo fusionados”.
Cuánto tiempo se necesita para prepararse
Al menos seis meses antes de decir “lo acepto” deberías comenzar a tener las conversaciones necesarias y a hacer los preparativos con tu pareja.
“Esto puede significar consultar a un facilitador o a un terapeuta, a un contador, a expertos en planificación financiera y abogados, para asegurarse que todo esté en orden”, dice Chung.
“Apresurar las conversaciones importantes no es una buena manera de dar comienzo a una relación larga y fructífera”.
Qué hacer primero
Hablar. Todo puede parecer amor y rosas ahora. Pero es mejor dejar las cosas en claro desde el principio.
Aunque parezca muy poco romántico, deben discutir la letra pequeña de sus asuntos de dinero.
“Con frecuencia te encuentras con gente que tiene diferentes bienes, diferente ingreso, maneras independientes de manejar sus finanzas, y tienen que hablar”, dice Chung.
“Es importante establecer cómo se pagarán las cosas. Esas conversaciones son realmente duras”.
Qué hacer después
Dejar en claro los compromisos prestablecidos: ¿Hay algún acuerdo financiero previo debido a un divorcio? El nombre de tu prometido, ¿está en el documento de hipoteca de la casa que solía compartir con su ex?
“Eso va a tener un impacto en tu capacidad de comprar otra propiedad”, dice Hilary Hendershott, especialista en planificación financiera en California, Estados Unidos.“Y si el exesposo, por cualquier razón, deja de hacer los pagos correspondientes, tu crédito podría quedar en riesgo”.
Hablar con tu agente de bienes raíces: un segundo matrimonio puede crear una cantidad de problemas, en especial si hay niños de por medio.
Por ejemplo, en Francia, los hijos son “herederos protegidos” y tienen derecho a recibir una porción de las propiedades de sus padres naturales.
En general, es importante entender cómo cada uno de ustedes quiere que se distribuya el dinero si mueren y qué piensa la otra parte.
Conoce las leyes locales: en Canadá, por ejemplo, las leyes relativas a la familia son elaboradas por la provincia.
En British Columbia la ley de familia establece que los bienes que poseías antes del matrimonio son tuyos, pero cualquier crecimiento en el valor de esos bienes pertenece a la pareja y deben ser divididos después del divorcio.
“Hacer avalúos con antelación y compartir la información con tu pareja es un paso muy positivo hacia mantener la mayor transparencia si la relación se desploma”, dice Chung.
No olvidar
Ajustar la lista de beneficiarios. Para aquello que permite elegir a un beneficiario directo, como seguros de vida y fondos de pensiones, revisa tu lista después de casarte por segunda vez para asegurarte de que todo se haga de acuerdo con tus deseos.Los arreglos que hagas sobre este tipo de instrumento financiero generalmente funcionarán en forma independiente de tu testamento, aunque lo hayas actualizado.
“Conozco a alguien que se divorció de su marido de diez años y quien terminó muriendo en un accidente. Él se había vuelto a casar pero la dejó como beneficiaria de su seguro de vida. Así obtuvo un millón de dólares”, dice Hendershott.
“Los peores errores son los emocionales, cuando te casas esperando que las cosas funcionen de una manera y resultan de otra”, agrega.
“Por ejemplo, alguien que se casa y no se lleva bien con los niños o no le gusta la manera en que se maneja el dinero, pero no habla del asunto. No hablar es el peor de los errores”.