“Obviamente una menor actividad económica conlleva a una menor inflación, y nos preocupa también eso porque determinaría que la inflación se nos vaya al piso. Una inflación muy baja también es un problema”, manifestó el gerente general del Banco Central de Reserva (BCR), Renzo Rossini.
La política monetaria del ente emisor gira alrededor de la inflación, por ello el directorio del BCR afronta un dilema en la decisión que tomará este jueves sobre la tasa de interés de referencia (que influye en el costo de los créditos bancarios) para setiembre.
En agosto el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una caída de 0,09% (deflación), lo que significó que la inflación anualizada se ubicara en 2,69%, es decir, dentro del rango meta (entre 1,0% y 3,0%).
“La inflación ha empezado a bajar y creemos que este año va a cerrar en 2,9%. El tema (del impacto) de la inflación no está presente en este año, nuestra preocupación es que la inflación hacia adelante disminuya de forma muy rápida”, reflexionó Rossini.
Cabe recordar que por la ley de oferta y demanda, una reducción de precios de bienes y servicios genera una disminución de su oferta. Además, se vuelve cara la mano de obra al tener que elaborar productos que tendrán precios bajos. En ese panorama se perjudican las empresas y los hogares.
“Las acciones del BCR se basan fundamentalmente en proyecciones, y si la inflación baja muy rápido, el BCR acelera sus acciones sobre la tasa de interés. No estoy diciendo que vamos a bajar la tasa de interés de referencia, simplemente que la decisión del directorio dependerá mucho de las proyecciones inflacionarias”, subrayó.
Rossini indicó que en los medios de comunicación hay una percepción de que la decisión de ajustar la tasa de interés de referencia se basa en el dato de la inflación o de la actividad económica de la semana o mes anteriores, “cuando en realidad lo que miramos son los 12 meses hacia adelante”.
“El BCR ha logrado que las expectativas de inflación estén controladas, por debajo de 3%. Pero mirando hacia adelante, si la inflación baja muy rápido el BCR ajusta su tasa de interés como lo hizo en noviembre de 4,25% a 4,0%, y en julio a 3,75%. Estas son acciones basadas sobre lo que pase en la inflación hacia futuro y todos sus determinantes”, añadió.