La inversión privada es una de las claves para la reactivación económica. Como señaló Elmer Cuba, socio de Macroconsult, en entrevista con El Comercio, por cada sol que gasta el Gobierno, cuatro soles gasta el privado. ¿Cómo se puede estimular este concepto en los meses que se vienen?
Para Diego Macera, gerente en Instituto Peruano de Economía (IPE), no hay bala de plata para la inversión privada. Indicó que por un lado, pasa por dar una sensación de estabilidad y predictibilidad. “Es más difícil invertir si estás expuesto a leyes antitécnicas del Congreso o cambios súbitos en las reglas de juego en general”, advirtió.
Por otro lado, añadió que existe una lista de pendientes que se deben atender vinculados a la competitividad como mejor infraestructura, reforma laboral, inversión seria en capital humano, etc.
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Por su parte, el economista Jorge González Izquierdo explicó que nuestro país viene atravesando por una fase de recuperación o rebote, donde el comportamiento de la producción y el empleo se regirá por la reapertura de la economía. Este proceso durará hasta diciembre y estará determinado fundamentalmente por factores de oferta.
“Ahí no necesitas mucho estímulo a la economía. Eso es más o menos automático, donde por ejemplo abres una fábrica y empiezas a producir”, señaló González Izquierdo. Y a partir de enero del 2021, la economía entrará a otra fase llamada reactivación, donde se buscará que la economía en términos de producción y empleo regrese a los niveles prepandemia.
En esta fase el crecimiento de la producción y empleo estará determinado por factores de demanda. “Porque no hay ningún empresario que se meta a producir para no vender. Si vendes significa que hay demanda, y eso será a partir de enero del 2021”, apuntó.
Es aquí donde es fundamental estimular el gasto privado en consumo y en inversión que pesa más del 80% del PBI peruano, señaló González Izquierdo. ¿Cómo lo estimulo? Ahí entran a tallar el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Banco Central de Reserva (BCR).
Para el economista, el BCR hasta ahora está haciendo un buen trabajo, ha bajado la tasa de interés de referencia casi a cero para abaratar el costo del crédito, estimulando el consumo vía tarjetas y créditos, así como la inversión, sobre todo de la micro, pequeña y mediana empresa privada.
Mientras que el MEF lo que debe hacer para el 2021 es seguir con una política fiscal de gasto expansiva, con gasto en inversión pública, para que así se estimule el gasto privado en consumo y sobre todo en inversión.
Sin embargo, González Izquierdo mostró su preocupación ya que según el reporte de inflación de setiembre del BCR, la intención del gobierno de Vizcarra es hacer política fiscal contractiva, es decir están queriendo que el gasto público crezca en términos negativos.
“Es un grave error. En una recisión se debe gastar más. El gobierno viene estimulando el gasto corriente, pero no el de inversión e infraestructura. Entonces está fallando la política fiscal”, expresó.
Puso como ejemplo los bonos entregados que estimulan la economía hoy y después no queda nada. “El gasto en consumo es pan para hoy y hambre para mañana, en cambio el gasto en inversión pública e infraestructura es pan para hoy día y dos panes para mañana”, dijo.
Para González Izquierdo, este reto aplica tanto para Vizcarra, en lo que le queda de mandato, como para el gobierno entrante.
DOS FACTORES
Recobrar los niveles prepandemia dependerá de dos factores, apuntó Gonzalez Izquierdo. En primer lugar, de cuándo llegará la vacuna. Si llega en el primer trimestre, ayudará a que la reactivación de la economía se acelere. Pero si llega en el segundo semestre, va a retardar dicha reactivación.
“Hay gente que aguanta el gasto por temor a contagiarse. Cuando esté la vacuna, volveremos a la normalidad. La vacuna va a influenciar fuertemente en el comportamiento de la economía en términos de gasto, para volver al gasto privado”, puntualizó.
El segundo factor es que se tiene que hacer una política fiscal expansiva de gasto para acortar el periodo de reactivación. “Entonces, bajo circunstancias óptimas la recuperación va a tomar todo el 2021 y probablemente la mitad del 2022. Pero si la vacuna llega en el segundo semestre, y el gasto es contractivo la recuperación tardará todo el 2021 y todo el 2022”.