Los persistentes desafíos de gobernabilidad y la percepción del debilitamiento de las instituciones podrían perjudicar la recuperación económica de Perú hacia el 2021, afirmó este miércoles la agencia Fitch.
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“La destitución del expresidente de Perú, Martín Vizcarra, subraya los persistentes desafíos de gobernabilidad del país”, dijo la firma en un informe. “Si la política sigue siendo conflictiva después de las elecciones del próximo año, esto puede obstaculizar los esfuerzos de reducción del déficit si el gobierno no puede legislar para aumentar los impuestos y resistir las presiones de gasto de un Congreso fragmentado”.
El Congreso de la República alcanzó el lunes los votos necesarios para vacar a Martín Vizcarra tras las denuncias por presuntos actos de corrupción durante su paso por el Gobierno Regional de Moquegua.
Manuel Merino juró en la víspera como nuevo presidente de la República y este miércoles tomó juramento al nuevo titular de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), Ántero Florez Aráoz, aunque se desconoce quiénes conformarán el Gabinete Ministerial.
“Un traspaso sin contratiempos a Merino puede reducir la incertidumbre política inmediata, pero la naturaleza fragmentada del Congreso, donde Acción Popular es el bloque más grande con 24 de 130 escaños, pesará en la formulación de políticas efectivas”, refirió Fitch Ratings.
La agencia calificadora resaltó que será improbable que disminuyan los desafíos gubernamentales si las elecciones de abril del próximo año generan otro Congreso fragmentado, con una representación limitada del partido presidencial tal como en el caso de Pedro Pablo Kuczynski y Vizcarra,
“La gobernabilidad es importante para el perfil crediticio soberano de Perú a medida que la economía se debilita y la deuda aumenta”, acotó.
Fitch consideró también que un nuevo retiro de fondos de las administradoras de fondos de pensiones (AFP) y la eliminación de restricciones presupuestarias podrían aumentar las presiones de la deuda con el tiempo.
“Fitch espera que se requiera un ajuste fiscal, muy probablemente a través de reformas de recaudación de impuestos, durante 2021-2022 para respaldar la senda de reducción del déficit presupuestario. Sin embargo, la política arriesgada recurrente durante el próximo mandato de gobierno podría socavar las perspectivas, y la débil red de seguridad social de Perú significa que puede haber presiones de gasto adicionales para apoyar a los hogares afectados por la pandemia”, puntualizó.
La agencia proyecta déficits gubernamentales del 10%, 5% y 4% del producto bruto interno (PBI) en 2020, 2021 y 2022, respectivamente. Asimismo, prevé que la deuda aumente al 35% del PBI en 2020 y al 39% en 2022, desde el 27% del año pasado.