La oferta de viviendas a personas de bajos ingresos sería el estímulo que requiere la fiesta inmobiliaria para retomar su efervescencia, la cual fue perturbada por las políticas prudenciales del regulador de bancos y la autoridad monetaria.
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El 59% de las viviendas que los limeños desean y pueden pagar tiene un precio de hasta US$60 mil, lejos de las características de los inmuebles que hoy se ofrecen, cuyos precios están entre US$80 mil y US$200 mil. Por ello, un cambio en la oferta impulsaría al sector inmobiliario.
“Lo anterior denota el importante potencial de crecimiento en viviendas destinadas a los sectores socioeconómicos de menores ingresos”, concluyó un estudio de Scotiabank.
A julio del 2013, la actividad edificadora en Lima Metropolitana y el Callao solo creció 2,5% anual, a 6,1 millones de m², producto de que el área construida de viviendas –que concentra el 74% de la actividad– cayó un 5,3%. Esta situación fue motivada por un cambio en la regulación de las hipotecas, la desaceleración de la inversión privada y la subida del tipo de cambio, según el banco.
Recientemente, el gremio de la construcción Capeco pidió a la banca otorgar hipotecas a personas de menor capacidad adquisitiva e ingresos estacionales. Por ello, queda en la cancha de los bancos aumentar su oferta a este segmento.
Cabe indicar que existe un mayor incentivo a ofrecer hipotecas de mayor valor para diluir los costos operativos.
También, el precio de los terrenos en Lima por m² subió 66% en el período de análisis, a US$1.192, y el valor por m² de los departamentos trepó 21%, a US$1.474.
Scotiabank manifestó que si bien el incremento de precios podría generar alarmas en torno a una burbuja inmobiliaria, esta se sustenta en un mayor dinamismo de la demanda y bajo valor frente a los pares de la región.
Para el 2014, proyectó una expansión del sector inmobiliario del 3% en términos de área construida, por la oferta de oficinas, locales comerciales y viviendas; y un incremento del 6% en términos de valor, dado que espera que continúe la tendencia de los precios de las edificaciones, sobre el supuesto de que la economía crecería un 5,5%.
MODERACIÓNLa expansión de hipotecas se redujo a una tasa anual de 14%, desde 26%.
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