Más de una semana atrás, el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, afirmó en una entrevista a un medio local que el gerente general de la cadena Saga Falabella –empresa de capitales chilenos– estaba “nervioso” por lo ocurrido en Tacna, luego de que el Gobierno desestimara un proyecto de decreto supremo del Produce que declaraba de “necesidad pública” la construcción de dos ‘malls’ en terrenos cercanos a la frontera del Perú y Chile.
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El mandatario añadió que en la ciudad, donde los tacneños tienen sus “tienditas”, “no quieren un mall más”.La reacción en Tacna, sin embargo, no es la descrita por el mandatario. Es cierto que el martes diversos comerciantes de los mercadillos de la ciudad cerraron sus puestos y protestaron en oposición a que se vendan terrenos de la ciudad a empresas de capital extranjero, pero también que, el fin de semana previo, más de mil personas tomaron las calles para pedirle al Ejecutivo que vele por “el progreso y desarrollo de Tacna” y permita el ingreso de capital extranjero. Para los manifestantes, que firmaron un documento dirigido a PPK, es vital que se modifique el artículo 71 de la Constitución de la República, para facilitar la adquisición de bienes y propiedades a extranjeros dentro de los 50 kilómetros de línea fronteriza; algo que en la actualidad solo es viable en casos de necesidad pública, que son determinados a través de decretos supremos, como el que fue dejado de lado hace unos días en el caso de los ‘malls’. La norma, vigente en la Constitución del Perú desde 1920 por razones de seguridad y defensa, también incluye a personas naturales extranjeras, lo que significa que en el radio de 50 km ningún foráneo podría alquilar o comprar una vivienda. “Por ejemplo, si viene un profesor desde México y quiere enseñar en una universidad, tiene que dormir a esa distancia de la frontera. Si no, no puede vivir ahí”, explica Pedro Olaechea, titular del Produce. Gianfranco Castagnola, tacneño de nacimiento y presidente ejecutivo de Apoyo Consultoría, resalta que muchos vendedores que se oponen a la inversión extranjera en el ‘retail’ de la ciudad viven en la informalidad, que afecta el desarrollo de la economía local. Según la Cámara de Comercio, Industria y Producción de Tacna, la producción de la ciudad se ha reducido en 4% el año anterior y el desempleo en jóvenes ha pasado de 11,7% en el 2015 a 12,3% en el 2016.
AFINANDO POSICIÓNEl mismo día de la protesta de comerciantes, se llevó a cabo la reunión del Consejo Nacional de Desarrollo de las Fronteras e Integración Fronteriza (Conadif), presidida por el ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Luna, que congregó a representantes de las nueve regiones del país con áreas de frontera: Amazonas, Cajamarca, Madre de Dios, Loreto, Puno, Piura, Tacna, Tumbes y Ucayali.En tanto, el miércoles, el primer ministro y titular del MEF, Fernando Zavala, se mostró a favor de modificar el artículo 71. “El mundo ha cambiado, el Perú ha cambiado y seguimos con esa restricción”, dijo durante su presentación ante la Comisión de Economía del Congreso. Apoyó el proyecto de ley presentado por el oficialista Carlos Bruce, que plantea levantar la prohibición en los cascos urbanos ubicados en las fronteras, para permitir la adquisición de bienes y las actividades industriales y comerciales.En conversación con El Comercio, el congresista destacó que su proyecto, actualmente en revisión en el seno de su bancada, expone que dotar de seguridad y fortalecer la soberanía en las fronteras no se conseguirá limitando el desarrollo ni las inversiones. Estas recientes movidas hacen presumir que las declaraciones del presidente Kuczynski sobre los ‘malls’ en Tacna desafinaron con la posición que manejan distintas instancias de su gobierno.
POTENCIAL PERDIDOEl problema, sin embargo, trasciende a Tacna. El Conadif identificó en el 2015 nueve áreas críticas, entre las que Olaechea destacó la provincia de Purús, en Ucayali, donde más del 30% de la población se encuentra en situación de pobreza, según datos del INEI. Precisamente, en el caso de las provincias que se encuentran en la frontera del Perú y Brasil, como las ubicadas en Madre de Dios y Ucayali, existe la necesidad de invertir mucho más en desarrollo forestal para permitir la reforestación. Castagnola resalta que el debate no puede centrarse únicamente en Tacna y “de ninguna manera en un centro comercial”, como ocurrió en un principio.Martín Fariña, partner de LXG Capital, consideró que el Estado Peruano ha tenido un problema crónico de gestión y poca capacidad para priorizar las inversiones más necesarias en el radio de los 50 km de frontera. “Nosotros operamos en Madre de Dios y nos damos cuenta también de lo desamparada que está esa parte del Perú. Es un tesoro medioambiental que se tiene en el olvido”, destacó Fariña.El 16 de agosto, el Minagri publicó un proyecto de decreto supremo para dar autorización a LXG Capital para desarrollar actividades de reforestación en zona de frontera, una resolución que la empresa estuvo esperando durante 19 meses. Ha pasado más de una semana y, a diferencia de los ‘malls’ tacneños, hasta ahora no se alza ninguna voz de protesta.
IMPACTO DE INVERSIONES►Corine Flores Lemaire, presidenta de la Cámara de Comercio de Tacna, destacó que para su región es clave una mejora en la recaudación tributaria y crear más empleos formales, que se concretarían con mayor inversión en las zonas.►Martín Fariña, de LXG Capital, detalló que la región de Madre de Dios puede ser competitiva internacionalmente en reforestación y ecoturismo.►El ministro de la Producción, Pedro Olaechea, resaltó que en regiones como Puno y Tumbes, se podría apuntar a un crecimiento del PBI de 3% a 4% con mayores inversiones extranjeras en diversos sectores.
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