El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) tiene –entre otros varios temas– dos asuntos en agenda que implican negociar con el Congreso y que deberían resolverse en el corto o, como máximo, mediano plazo: la aprobación de las leyes de Equilibro, Endeudamiento y Presupuesto Público para el 2022, y el pedido de facultades legislativas.
Dicho pedido, y especialmente lo referido a la parte tributaria, ha sido calificado de cuestionable por la presidenta del Congreso de la República, María del Carmen Alva. La funcionaria afirmó que algunas bancadas opinan que no se deberían dar las facultades. Otras, dijo, buscarían más bien brindarlas pero de manera acotada.
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En la medida que la discusión en el Pleno sobre el pedido del Ejecutivo se acerca, sería importante conocer la totalidad de los cambios relacionados al Impuesto a la Renta (IR).
Hasta el momento sabemos que se contemplaría sumar las rentas laborales y las de arrendamiento, de manera que quienes registren rentas globales inferiores a 7UIT (S/ 2.567 en promedio mensual) no paguen IR. Asimismo, el MEF precisó a El Comercio que con el nuevo sistema propuesto, personas con rentas globales mensuales promedio superiores a S/2.567 pero inferiores a S/5.215, pagarían una tasa efectiva menor al 5%. Así, según estima el MEF, de cambiar la regla actual hacia un régimen progresivo que sume las rentas laborales y los arrendamientos bajo los parámetros descritos, 113 mil contribuyentes pagarán menos o no pagarán IR.
No obstante, no se tiene del todo claro si estas son las únicas escalas previstas para el IR. Podrían ser estos detalles concretos los que hacen falta para que la discusión se lleve al Pleno con todos los puntos sobre las ‘ies’.
Por otro lado, la propuesta del Ejecutivo respecto al cambio del régimen tributario minero merece una reflexión adicional, dado el poco capital político con el que cuenta hoy dicha iniciativa a luz de los hechos ocurridos el fin de semana.
Aunque previamente se haya afirmado que el aumento de impuestos no estaba en agenda, la situación fiscal de nuestro país –así como la de muchos otros– necesitará de su propia “vacuna de refuerzo”: una mayor recaudación. Y, siendo así, recordemos que podemos exigir detalles, claridad y visibilidad de todos los potenciales cambios para que quienes deben tomar una decisión lo hagan reconociendo lo bueno, lo malo y lo feo.
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