Al cierre del primer trimestre, las importaciones de equipos móviles alcanzaron los 2’053.167 unidades, de los cuales la mitad (poco más de un millón) fueron smartphones; es decir, 150% más de lo vendido en el mismo período del año anterior, informó Fernando Grados, director de Dominio Consultores.
El estupendo comportamiento de la demanda de estos productos que exigen un mayor tráfico de datos en la red, sin embargo, no llegó con un incremento en la instalación de antenas de telefonía móvil o la promulgación de normas que eliminen las trabas burocráticas municipales para esas instalaciones. Así lo estimó Carlos Huamán, director de DN Consultores, quien recordó que tenemos tres veces menos antenas de las debidas.
De acuerdo al MTC, el país cuenta solo con 0,017 antenas de telefonía móvil por km² (7.521 torres), lo cual genera serios problemas en la calidad del servicio porque es tres veces menor de lo necesario (nos faltan 21.904 torres). Asimismo, detallan que si en Estados Unidos se tienen 166 antenas por cada mil habitantes, en el Perú hay 26 para la misma cantidad de usuarios. Esta deficiencia se acrecentará si este año no se cumple con montar 111 torres adicionales para cubrir a los nuevos usuarios de la red 4G LTE.
Haciendo un cálculo amplio, uno podría asumir que la infraestructura existente hoy solo alcanza para dar un servicio óptimo a poco más de 10 millones de celulares, es decir, un tercio de las líneas activas. Sin embargo, el consultor James Arellano advierte que es muy difícil establecer el número exacto de usuarios que están recibiendo mala calidad de señal porque existen varios factores técnicos (la altura de instalación de las antenas, el entorno geográfico, la cantidad de datos en circulación, etc.) que marcan diferencias.
Por ahora, refirió, los operadores están tratando de cubrir el déficit con el uso de estaciones mucho más pequeñas que no requieren aprobación municipal porque van en los postes, pero sigue siendo insuficiente. Carlos Valdez, director de la Escuela de Ingeniería Electrónica de la UPC, coincidió con ello y estima que aunque es evidente que los operadores están entrampados ante el déficit de infraestructura, es muy arriesgado fijar un número exacto de celulares sobrevendidos o “subatendidos”. Lo cierto, admite, es que se necesita montar más estaciones bases para atender a esos clientes que pasan de usar solo voz a usar datos en un smartphone.