En el Perú, el 80% de la generación energética se encuentra en el centro del país, lo que impide, según la Asociación Peruana de Energías Renovables (SPR), que más de dos millones de peruanos puedan tener energía eléctrica que no provenga de combustibles fósiles, haciendo que para el país sea más dificil llegar al objetivo de reducir el 30% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) al 2030, de acuerdo al compromiso compromiso del Perú bajo el Acuerdo de París.
El Perú, siendo el tercer país más vulnerable al cambio climático, depende principalmente de dos fuentes de energía: la hidroeléctrica (56%) y la térmica a base de combustible fósiles (38%).
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Paloma Sarria, directora ejecutiva de SPR, comentó que desde el 2015 no se realizan licitaciones de energía renovable, a pesar de que fuimos uno de los primeros países en la región en utilizar fuentes de energía limpia.
Según Sarria, en el Perú se pueden destrabar más de US$ 16 mil millones en proyectos de energía renovable (eólica y solar) que generarían más de 70 mil puestos de trabajo directos e indirectos, así como proyectos de impacto social y de insfraestructura vial para el transporte de la energía que le permitiría al país ser competitivo en nuevos mercados y tener menores precios en tarifas eléctricas.
Desarrollo inclusivo
Lucía Ruiz, ex ministra del Ambiente y consultora, resaltó que las apuestas por una energía más amigable con el ambiente no se trata solo de un tema económico sino también social, debido a que de esta manera el país podrá impulsar el desarrollo inclusivo y responsable utilizando lo que cada zona geográfica es capaz de aportar en el rubro.
“Entre el 2018 y el 2020 se realizaron mesas de trabajo para identificar los problemas del país respecto al sector energético, así como lo que se tiene que hacer para la redución de GEI; sin embargo, hoy en día no tenemos un norte”, señaló.
Descentralización y diversificación
Brendan Oviedo, presidente de SPR, señaló que la transición energética debe sustentarse en tres principios: asegurar el suministro eléctrico a todos los peruanos, garantizar un costo eficiente por ello y certificar que el impacto ambiental y climático sea mínimo y sostenible en el tiempo.
Según la SPR, la diversificación es sumamente importante debido a que actualmente el Perú tiene el 90% de consumo basado en dos fuentes de energía: agua y gas natural, cuando en realidad el Perú tiene un gran potencial para explotar la producción de energía eólica, solar y de biomasa, procedente del aprovechamiento de la materia orgánica industrial.
Según comentó Paloma Sarria, en los últimos años la energía solar ha bajado un 80% sus costos y la energía eólica lo ha hecho en un 70%. De apostar por este tipo de energía, el costo de megavatios por hora (MW/hora) que hoy cuesta US$60, podría bajar hasta US$30 o US$35 MW/hora.
Por ello, la SPR respalda las licitaciones de largo plazo de proyectos de energía renovable, enfocándose en que estas cubran un porcentaje relevante de la demanda regulada. Es decir, que sean un adicional a las fuentes de energía ya existentes. Para lograrlo, señala Oviedo, es importante preparar nuestro sistema de transmisión, tanto a nivel operativo como de infraestructura, para recibir una alta participación de nuevas centrales renovables de manera adecuada y segura.
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