El flash electoral de las 7 de la noche encontró a los dos candidatos en sus locales partidarios. Keiko Fujimori, en Camacho, recibió los primeros resultados que la daban por ganadora rodeada de su familia, de su hermano Kenji Fujimori, su abogada Giulliana Loza y miembros de su equipo de campaña. A ellos se les sumó el vidente brasileño Reinaldo dos Santos.
Pero la candidata no se pronunció sino hasta dos horas y media después. En una breve presentación, invocó que haya prudencia para esperar los resultados oficiales de la ONPE y llamó a los personeros de su agrupación a defender los resultados hasta el final. También señaló que habrá que tender puentes con todos los grupos políticos, pues la campaña electoral ya acabó.
A más de 1.000 km de distancia, en Tacabamba, Pedro Castillo tardó menos en hacer un primer pronunciamiento. Cerca de las 8 de la noche salió desde el segundo piso de su local de campaña a pedir calma y prudencia con los resultados. “Llamo a la más amplia cordura, lo que hemos escuchado no es nada oficial”, dijo, mientras sus simpatizantes vitoreaban su nombre.
Pero luego del pronunciamiento de Fujimori, Castillo emitió un comunicado con otro tono. Allí solicitó “la presencia del fiscal de prevención del delito del Ministerio Público [...] para que el guardián de la legalidad pueda dar la seguridad jurídica que el Perú exige en el conteo de los votos”. En el comunicado dejó por sentada su disconformidad con los resultados del flash que lo ponían por debajo en los resultados y pedía la revisión de las actas con la presencia de sus personeros.
Antes de eso, había escrito en su cuenta de Twitter que los personeros de su agrupación debían estar atentos para defender cada voto, y convocó a la ciudadanía a “asistir en paz a las calles para estar vigilantes en la defensa de la democracia”.
Los simpatizantes de Castillo habían estado esperando en calma el pronunciamiento de su líder. Muchos de ellos mostraban entusiasmo porque el candidato de Perú Libre le ganaba a su contendora en la mayoría de regiones, y gritaban “no al fraude”.
El resultado del conteo rápido de América TV-Ipsos, al 100%, arrojó que Pedro Castillo obtiene el 50,2% de los votos válidos y Keiko Fujimori el 49,8%. La diferencia entre los resultados aún se encuentra dentro de un estrecho margen, por lo que no se puede dar a ninguno de los dos por ganador.
En el local de Lima de Perú Libre, algunos otros seguidores también se aglomeraron, y cambiaron el tono de los cánticos de protesta por la algarabía tras conocer estos resultados. Luego se conocieron los primeros resultados parciales de ONPE, en los que Fujimori llevaba la delantera. Al cierre de esta edición, Castillo saludó a sus simpatizantes tras el resultado parcial de ONPE, pero Fujimori no se manifestó.
La jornada transcurrió con algunos incidentes. De un lado, el líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, asistió a su local de votación en Huancayo con una camisa con el logo de su agrupación. La propaganda política está prohibida por la ley electoral desde veinticuatro horas antes de la votación. Según el especialista en temas electorales José Manuel Villalobos, esa conducta “es un delito electoral”.
La candidata a la primera vicepresidencia de Perú Libre, Dina Boluarte, recibió agresiones. Al salir de su local de sufragio, fue abordada por un grupo de personas que le gritaron “terruca” y otros insultos, y tuvo que ser escoltada a un condominio para protegerla de posibles ataques.
Fuentes de este Diario indicaron que la misión de observadores de la OEA aún se encuentra evaluando en qué momento brindar un primer reporte de las incidencias.
—Desayuno en Chugur —
Castillo inició públicamente su jornada poco antes de las 8 a.m., cuando salió de su casa en el centro poblado de Chugur, en Cajamarca, al encuentro de los medios de comunicación. En su cuenta de Twitter había señalado que viajaría a Lima para recibir los primeros resultados de la elección. Pero después ese traslado ya no se produjo.
“No voy a estar en Lima por la situación de salud de mis padres. Me preocupa la salud de mis padres. En este momento, voy a ver la manera de que ellos se sientan más tranquilos. Voy a recibir los resultados acá con tranquilidad”, declaró horas después.
En el tradicional desayuno electoral participó su familia más cercana: sus padres Ireño Castillo y Mavila Terrones, además de su esposa, Lilia Paredes, sus hijos y algunos de sus hermanos. “Hoy, de cara al bicentenario, decirles que cualquiera sean los resultados, hagamos todos un esfuerzo para no pensar en intereses personales, no pensar en el dinero; [sino] en pensar que todos estemos bien”. dijo allí.
Antes de sufragar, Castillo se dirigió a la iglesia Virgen de los Dolores para orar a solas por unos minutos, y luego acudió a la casa de sus familiares.
El local de votación de Castillo fue el colegio Salomón Díaz, en Tacabamba, a unos 40 minutos de su casa en Chugur. El candidato sufragó cerca del mediodía, y luego se recluyó en el local partidario hasta la noche.
—Reunión en SJL —
Las actividades de Keiko Fujimori empezaron con un desayuno en el asentamiento humano Lomas de 27 de Marzo, en San Juan de Lurigancho, en el que estuvo acompañada por su familia.
Allí, Fujimori ratificó su compromiso de respetar el resultado y le deseó suerte a su contendor en esta elección. “Esperamos que a partir de mañana ambos trabajemos en ese espacio de paz y unidad que todos los peruanos merecemos”, indicó.
La candidata estuvo acompañada allí también por sus hermanos Kenji y Sachie Fujimori, y luego se dirigieron a la casa de su madre Susana Higuchi. Por la tarde, acudió a votar y se manifestó por los incidentes que se detectaron: “Esperemos que los organismos electorales tomen cartas en el asunto. Si hubiese sanciones que hacer, pues que lo hagan como corresponde. Yo estoy indicando a los personeros de mi partido que se mantengan muy atentos”, sostuvo la lideresa de Fuerza Popular.
Por la noche, simpatizantes de ambas agrupaciones se encontraron en la plaza Bolognesi, en el Centro de Lima, y hubo algunos enfrentamientos verbales. Un contingente policial llegó para separar a los grupos que permanecían cerca de los locales de sus agrupaciones pese al toque de queda.