Los pequeños comienzan a dar sus primeros pasos entre los 9 a 15 meses de vida y para que la experiencia provechosa y estimulante, es necesario tomar algunas medidas que involucran su seguridad y confort. Hay que empezar pensando que una vez que inicie no hay marcha atrás, por lo que es importante que posea un par de calzados que le permitan guardar el equilibrio y desplazarse con seguridad por las estancias de la casa.
La compra de los primeros zapatos es una elección que debe meditarse considerando algunos factores que van más allá de lo estético. Por ejemplo, lo adecuado es que el diseño lo ayude con su postura y el desarrollo de sus músculos y huesos. Si tu pequeño está próximo a poner en marcha sus piecitos, estas recomendaciones te serán de mucha utilidad.
Suela antideslizante y que se adapte al pie
El zapato elegido debe contar con una suela flexible que se acomode a la pisada de cada niño. De este modo tendrá libertad y comodidad para moverse. Asimismo, es esencial que la base sea antideslizante a fin de evitar accidentes durante la caminata.
Evita los acabados sintéticos
Los pies de los niños sudan en gran cantidad, y su acumulación puede concentrar una serie de gérmenes y bacterias. Por tal motivo prefiere materiales naturales, como el cuero, que a diferencia de los acabados sintéticos no refuerzan la transpiración. Ahora bien, el calzado debe tener plantillas retirables, de este modo permite un mejor aseo.
No apuestes por modelos ajustados
Se creer que mientras más ajustado queda el zapato hay más seguridad de que no se salga. Sin embargo, tanto a los niños como a los adultos, esto puede generar incomodidad y problemas de circulación. Tampoco apuestes por una o dos tallas más grandes, ya que le quedará muy flojo. La mejor forma de saber que la medida es adecuada colocando el dedo entre el zapato y el talón, si entra con facilidad entonces vamos por buen camino.
Un modelo a la altura del tobillo
Los especialistas recomiendan apostar por esta presentación debido a que asegura la estabilidad de su pie y evita que los pies pequeños se salgan del zapato; para reforzar la seguridad y el equilibrio, el calzado debe ser ajustable.
Obsérvalo mientras camina
El uso de zapatos también permitirá saber si tu hijo presenta alguna deformidad en el pie, un indicador es el desgate repentino de algún lado de la suela. Las alteraciones funcionales de los pies se pueden corregir cuando el niño cumple los tres años, pero si es detectada a tiempo, y con un tratamiento oportuno, es posible prevenir complicaciones en las rodillas, la columna y la cadera.
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