Los bebés deben limpiarse dos veces al día.  (Foto: Shutterstock)
Los bebés deben limpiarse dos veces al día. (Foto: Shutterstock)
Redacción EC

También son conocidas como “caries del biberón”, y pueden aparecer desde que le brotan los dientes a tu , que en promedio sucede entre los cuatro a seis meses de vida.

Esta alteración ocurre principalmente por una mala higienización y el consumo excesivo de azúcar. Estas malas prácticas generan un desbalance en el pH de la boca, dando por consecuencia la desmineralización de los dientes y con ello la presencia de bacterias.

Formas de detectarla

Cuando hay presencia de caries, se puede visualizar una mancha blanca con apariencia mate rugosa, muy cerca a la encía. Esto significa que la disbiosis se encuentra en su fase inicial y sólo necesita ser remineralizada con flúor de alta concentración.

Ahora bien, cuando se observa una cavidad en el diente, significa que la bacteria ha dañado el esmalte y avanzado a la dentina. En este punto, la curación implica el uso de un empastado especial para sellar la cavita.

Si se ignoran estos signos, el tratamiento se torna mucho más complejo e incómodo para el niño. Además, puede crear complicaciones durante el crecimiento de los dientes permanentes.

Otra forma de detectar la presencia de caries es a través de estos síntomas: irritabilidad, fatiga, inflamación, dolor y falta de apetito.

Cuida la salud oral de tu bebé lavando sus dientes dos veces al día con pasta fluorada. La cantidad adecuada a colocar en un cepillo debe ser igual al de un grano de arroz. Esto aplica hasta los tres años de edad.
Cuida la salud oral de tu bebé lavando sus dientes dos veces al día con pasta fluorada. La cantidad adecuada a colocar en un cepillo debe ser igual al de un grano de arroz. Esto aplica hasta los tres años de edad.

Cultura de prevención

La higiene de los parte desde la aparición del primer dientecito. Se debe lavar dos veces al día con pasta fluorada y la cantidad adecuada a colocar en un cepillo debe ser igual al de un grano de arroz. Según especialistas, esto aplica hasta los tres años de edad. Además, el uso de mordedores y dedales pueden ayudar al a familiarizarse más rápido con el cepillo dental.

Expertos señalan que la postura adecuada para lavar la dentadura del menor es colocarte detrás de él. Con ello mantienes su cabeza estable, lo cual te permite acceder con facilidad a los dientes de arriba y encías (área en donde inicialmente suelen brotar las caries).

La ingesta de alimentos balanceados también juega un factor determinante. El menú de los niños no debe incluir insumos azucarados (como papillas envasadas, golosinas o bebidas artificiales). Según estudios, la afección dental ocurre frecuentemente por la dependencia de azúcar. Por eso se recomienda no dársela a los niños hasta después de los dos años y en adelante limitar al máximo su consumo.

Cuando notes que las encías del menor comienzan a hincharse, es símbolo que su dentadura comenzará a salir. Desde ese momento es vital que se inicien las visitas al odontopediatra.

Contenido sugerido

Contenido GEC