Durante el embarazo, sobre todo a partir del tercer mes, las piernas de las mujeres se hinchan. Esto se produce por dos motivos: debido a la liberación de líquidos propias del embarazo y al desarrollo del feto en la zona pélvica.
En la última etapa de gestación, la presión del útero comienza a comprimir los vasos sanguíneos, provocando que la circulación hacia el corazón no se desarrolle con normalidad. De esta manera, al quedarse los líquidos fuera de la circulación sanguínea, se empiezan acumular en los tejidos, señala la ginecóloga Sofía Ortega.
Te dejamos algunos consejos que debes seguir para combatir con la retención de líquidos durante el embarazo.
Disminuye el consumo de sal
El exceso de sal en las comidas provoca que la retención de líquidos. Por eso, es importante que durante tu embarazo, te asegures de que tus alimentos sean bajos de sal.
Evita consumir snacks que tengan alto contenido de sodio como los embutidos, latas de atún, quesos o productos en conserva. Más bien, opta por verduras, frutas frescas y frutos secos.
Practica yoga o pilates
Otra manera de ayudar con la circulación de la sangre es practicar ejercicios como el yoga o pilates. Según los expertos, realizar yoga durante el embarazo tiene muchos beneficios como aumento de flexibilidad y resistencia en músculos que ayudan para el parto, mejorar el sueño, disminuye los dolores en la espalda baja y reducen la ansiedad.
Por otro lado, practicar pilates ayuda a fortalecer la pared abdominal y el suelo pélvico, ya que los músculos podrán soportar mayor carga y ayudará a que la fuerza expulsiva durante el parto sea más rápida.
Duchas frías
En general, el agua fría contribuye a estimular la circulación y evitar la retención de líquidos. Antes de salir de la ducha, puedes aprovechar en colocar agua fría en tus piernas.
Primero, empieza con un chorro de agua en la parte exterior de tu pierna derecha y, después, hacia la parte interna. Repite este proceso con la otra pierna. Finalmente, puedes dejar tus piernas secar al aire libre o pasar una toalla. Eso sí, frótalo muy despacio de abajo hacia arriba.
Coloca tus piernas hacia arriba
Otra opción es echarse en la cama o en el suelo: eleva tus piernas y apóyalas contra la pared por 20 minutos. De esta manera podrás disminuir la hinchazón en las piernas.
Recuerda que colocar tus piernas en una mesa pequeña o en un taburete no es lo recomendable, ya que los vasos sanguíneos se comprimen y aumenta el riesgo de retener líquidos.
Beber agua constantemente
Consumir agua, zumos naturales o tomar infusiones en el día ayuda a eliminar las toxinas, tener una mejor hidratación y disminuir el calor e hinchazón en el cuerpo.
Puedes optar por realizar licuados de frutas y verduras, beber infusiones frías o consumir jugos de naranja, papaya, piña o surtidos.
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