Cuando María tenía cuatro años, comenzó a tener conversaciones con una persona cuyo nombre era “Titi”. Titi era su confidente, hacían todo juntas, comían, jugaban y hasta pedía permiso a su mamá para que Titi pueda quedarse a hacer pijamada. Practicamente, Titi se había convertido en su gran y fiel compañera. Pero, había un detalle, nadie salvo ella, la podía verla.
Aunque al principio era algo que no generaba inquietud en su entorno, conforme iban pasando los días, todos en casa comenzaron a alarmarse y a preguntarse: ¿esto es normal? De hecho, comenzaron a relacionarlo más con un tema espiritual, y no demoraron en creer que era obra de algún fantasma travieso. No obstante, este tema tiene que ver más allá de solo algo relacionado a supersticiones, y antes de sacar conclusiones apresuradas hay que dejar en claro que el famoso “amigo imaginario” es algo natural de la niñez.
Mamá, te presento a mi amigo…
Según el Healthy Children, este tipo de conductas es totalmente normal durante la infancia. Es una herramienta que usan los niños como una suerte de refugio, y lo usan como simulador para probar su desenvolvimiento a nivel social y sus dinámicas de comunicación con sus familiares y amigos de la escuela.
En algunos casos, el amigo imaginario es una suerte de refugio y confort para los niños que son hijos únicos o que pasan varias horas sin la compañía de sus padres, utilizan para sobrellevar la soledad.
Los amigos imaginarios también le permiten al menor tener una mejor perspectiva de lo que es su entorno e influye de manera positiva en el fortalecimiento de sus habilidades sociales. No existe un tiempo exacto en el que el “inician” o dan por finalizada esta interacción, pero lo que sí te podemos decir es que sí tendrá un final.
¿Qué hacer? Lejos de preocuparte y mucho menos castigarlo o burlarte, dale apertura para que te cuente un poco más acerca de este personaje, pues a través de ello, el niño muestra sus principales inquietudes y alegrías. Ello te ayudará mucho más a entender los intereses de tu pequeño hijo.
¿Cuándo debo de preocuparme?
Los expertos del Healthy Children recomiendan prestar particular atención cuando el amigo imaginario “siempre está hablando”, cuando lo estimula a emplear la violencia y a hacerse daño. Asimismo, tener en cuenta si en la familia cuenta con un historial de problemas de salud mental. Un especialista te podrá ayudar con el tema de forma más minuciosa.
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